Peras al olmo

Estos días estamos asistiendo a algo que ya sabemos de siempre. Que si Doñana, que si los ganaderos, que si las restricciones de agua, etcétera. De sobra es sabido que lo artificial tiene limitada duración.Mientras se lucha contra lo imposible, y se gastan ingentes sumas de dinero en subsidios y otras hermosuras, en otras partes de España se pierden y se dejan morir tierras y hermosas praderías. En la cornisa cantábrica no han de pasar muchos años antes de que nos encontremos con unos enormes bosques de eucaliptos que desangran esas tierras fértiles, tierras que bien administradas podrían estar produciendo mucho y bueno y a muy bajos costes, comparando.

Los matorrales ya se ven por doquier. Nosotros también somos responsables por la oposición constante a la reagrupación agraria que tantísima falta hace en esta tierra de miniminifundios, aunque la mayor responsabilidad recae sobre la autoridad competente por dejarse llevar por los de siempre, contribuyendo a que se agrave la situación. Aquí lo que sobra es agua y buenas tierras, lo que falta es autoridad para meter en vereda. En el sur no creo que se solucione: el problema sacando a las vírgenes en procesión. Si es cierto que Dios está allá arriba, Él conoce muy bien la situación.-