El Consejo de Seguridad exige el cese de la ofensiva croata contra los enclaves serbios
El Consejo de Seguridad de la ONU ha exigido a Croacia el cese inmediato de sus ataques contra los enclaves serbios en esa antigua república yugoslava bajo protección de las fuerzas de paz de la ONU, y la retirada de sustropas. La región de Krajina está siendo objeto de una violenta ofensiva desde el pasado viernes. Los combates produjeron el lunes la muerte de dos cascos azules franceses y otros tres resultaron heridos. Estos ataques, unidos a los frentes abiertos en Bosnia-Herzegovinaentre musulmanes y serbios, han puesto en peligro las negociaciones de paz de Ginebra, cuyos mediadores internacionales, Cyrus Vance y David Owen, advirtieron ayer que transferirán el tema al Consejo de Seguridad si las conversaciones "entran en un punto muerto".
La resolución vinculante del Consejo de Seguridad, aprobada por unanimidad de los 15 países miembros en la madrugada de ayer, condena enérgicamente los ataques de las fuerzas croatas contra los cascos azules y pide al Gobierno de Zagreb que retire sus tropas de las zonas habitadas por serbios y protegidas por la ONU. También ordena la devolución a las fuerzas de la ONU del armamento pesado sustraído por las milicias serbias para hacer frente a la ofensiva croata.El presidente del Consejo de Seguridad, el japonés Yoshio Hatano, leyó también una declaración en la que pide a las partes beligerantes en Bosnia-Herzegovina que cesen de interferir deliberadamente en la labor de los convoyes con ayuda humanitaria y advirtió de graves consecuencias si persisten en su actitud.
Los requerimientos del Consejo de Seguridad no impidieron ayer la continuación de los combates en el enclave serbio de Krajina, donde las fuerzas croatas avanzaron aún más dentro de ese territorio mientras los serbios se preparaban para el combate. "El Ejército croata continúa con sus intentos de conquistar posiciones y conseguir penetrar con sus fuerzas la actual línea del frente", indicó en Zagreb Shannon Boyd, portavoz de los cascos azules. Como respuesta, añadió, los mandos militares de las fuerzas irregulares serbias (apoyadas por Belgrado), con base en Knin, la principal ciudad de Krajina, están reforzando sus líneas. Las fuerzas croatas bombardearon ayer la zona de Zadar, y el comandante en jefe de los cascos azules, general Satish Nambiar, se entrevistará con el presidente de Croacia, Franjo Tudjman, para tratar de la situación.
Boyd informó también de alarmantes movimientos de tropas croatas cerca de Pakovo Selo y Unesic, al sur de Krajina, a unos 50 kilómetros de la principal zona de los combates, lo que se considera preocupante porque representa un nuevo foco de guerra fuera del área actual del conflicto.
El Gobierno de Zagreb reaccionó ayer a la exigencia del Consejo de Seguridad con cierta frialdad. El presidente Tudjman aseguró: "Nuestras fuerzas militares se retirarán de la región que acaban de liberar cuando las fuerzas paramilitares serbias sean desarmadas y entreguen el armamento pesado que han cogido de los depósitos bajo control de las fuerzas de la ONU".
Refuerzos serbios
Los serbios de Bosnia manifestaron ayer que se volcarán en la ayuda a los serbios de Krajina. Responsables militares señalaron que habían firmado un convenio militar de asistencia mutua, mientras el líder serbio de Bosnia, Radovan Karadzic, indicó que si los croatas no respetan la decisión del Consejo de Seguridad, ellos mismos la aplicarán.
Los feroces combates en la zona de Zadar desde el pasado viernes han provocado ya el éxodo de unos 3.000 refugiados que huyen de la zona de guerra, según han manifestado portavoces del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados.
Mientras la situación en Krajina seguía invariable, en los frentes de Bosnia-Herzegovina y su capital, Sarajevo, se producían combates y disparos esporádicos. Tras la muerte el lunes de cuatro personas en Sarajevo, ayer se volvieron a oir detonaciones en el céntrico barrio de Stari Grad y en los suburbios del sur.
En Mostar, capital de la región meridional de Herzegovina, las autoridades croata-bosnias acusaron a las fuerzas serbias de anular todos los acuerdos de alto el fuego y de atacar ayer la ciudad con fuego de artillería.
El Consejo de Defensa Croata (HVO), unidades militares que están detrás de los croatas bosnios, indicaba ayer que en Gornji Vakuf (60 kilómetros al oeste de Sarajevo) no se ha disparado ni una sola bala en las últimas cuarenta y ocho horas, según Radio Croacia, aunque esta emisora descarta que esto suponga que los hasta hace poco aliados musulmanes y croatas en Gornji-Vakuf hayan llegado a un acuerdo. El HVO confirmó ayer que en los combates con los musulmanes en las últimas tres semanas, 36 croatas murieron y más de 60 resultaron heridos.
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