"Defenderemos en el campo de batalla la soberanía e Bosnia", afirma el jefe supremo del Ejército
Sefer Halilovic, de 41 años, nacido en el enclave musulmán de Sandzak, en Serbia, es el jefe máximo del Ejército bosnio y el hombre que quita el sueño a los comandantes serbios. En esta entrevista concedida a EL PAÍS. Halilovic declara rotundamente: "Nadie puede, destruir la idea de una Bosnia-Hetzegovina unida y soberana en ninguna negociación. Pueden firmar lo que quieran en Ginebra. Si aquel objetivo se puede conseguir a través de la negociación: bienvenida sea, pero en caso contrario lo obtendremos en el campo de batalla". Las opiniones de Halilovic tienen, probablemente, más peso específico que las del propio presidente, Alia Izetbegovic, pues aunque no tiene una silla en la mesa de negociaciones de Ginebra representa a todos aquellos que están combatiendo en las trincheras.Para Halilovic, la principal prioridad es el levantamiento del embargo de armas a Bosnia-Herzegovina, "ni intervención extranjera, ni Conferencia de Ginebra". Un ejemplo: "Para destruir un tanque se necesitan 18 proyectiles de armas pesadas y ocho impactos directos. Los serbios tiene desplegados alrededor dé Sarajevo 120 tanques, 170 vehículos armados y 5.400 piezas de artillería. Gracias a Dios, seguimos vivos".
El comandante en jefe del Ejército bosnio está convencido de que sus fuerzas tienen los medios para hacerse con ayuda, militar del exterior, a pesar de que las principales rutas de abastecimientos están controladas por las fuerzas serbias y croatas.
Halilovic admite que sus teóricos alidos croatas se apoderan de un 50% de las armas destinadas a las fuerzas bosnias y de buena parte de Ia ayuda humanitaria internacional. "La sección croata de Cáritas estás implicada en estos negocios sucios. Se están quedando con el petróleo que nos envían gratuitamente Turquía e Irán. Se nos ha informado que una partida de armas procedente de Austria, valorada en 80.000 marcos, ha sido interceptada por los extremistas del Conosejo de Defensa Croata [HVO Ejército croata en Bosnia-Herzegovina]".
Sin embargo, el jefe militar puntualiza que éstas no son las causas de los combates entre fuerzas bosnias y croatas en varios puntos de la república, como Gornji Vakuf y en Herzegovina occidental. "Los extremistas croatas quieren establecer un Estado propio en Bosnia-Herzegovina que formaría parte de una Gran Croacia. Para ello llevan a cabo una limpieza étnica". "Si continúan imponiéndonos un conflicto armado", advierte Halilovic, "serán derrotados rápidamente. En Gornji Vakuf han recibido una lección y ahora nos piden un alto el fuego".
La futura convivencia entre los distintos pueblos de Bosnia-Herzegovina no es ningún sueño para Halilovic. "Hay pequeños enclaves en los que los chetniks han cometido crímenes atroces ante la pasividad de la población serbia local". Halilovic critica abiertamente el papel de la comunidad internacional desde el, inicio del conflicto de Bosnia-Herzegovina y no duda en lanzar serias amenazas, aunque sus palabras adquieran el tono de bravuconada. ''Si Europa no cambia de actitud, tomaremos medidas y desencadenaremos acciones terroristas en sus territorios. Muchas capitales europeas arderán en llamas. Nos han atado de pies y manos ante la agresión de un Ejército que financiamos en su día".
Al referirse a las tropas desplegadas en Bosnia bajo la bandera de las Naciones Unidas, el comandante Halilovic diferencia cuidadosamente el comportamiento de los batallones de los distintos países.
"El batallón español está, actuando muy correctamente. El francés, en cambio, está ayudando abiertamente al agresor, y el 60% de los soldados del contingente canadiense desplegado en Bosanska Krajina son de origen serbio. No hacen falta más comentarios".
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