Musulmanes y serbios logran un acuerdo para que Sarajevo sea ciudad abierta

El encuentro cara a cara entre el presidente de Bosnia-Herzegovina y el líder de la autoproclamada república serbia de Bosnia, Rodovan Karadzic, concluyó anoche, tras una hora y media de conversación, con un principio de acuerdo para proclamar Sarajevo como ciudad abierta. Al término de la reunión, el presidente de Bosnia-Herzegovina, Alija Izetbegovic, tocado con uniforme militar, confirmó la continuación de las negociaciones durante los próximos días.Por su parte, Radovan Karadzic, con aire de satisfacción, confirmó que había aceptado el estatuto de ciudad abierta para Sarajevo, explicando detenidamente que es la mejor solución para terminar con el sufrimiento de la población. "He dado mi acuerdo y aceptamos que Sarajevo sea una ciudad abierta, lo antes posible", explicó. En cuanto a la posibilidad de que la comunidad internacional verifique, dijo que aceptaba los cascos azules "hasta en mi bañera".

El estatuto de Sarajevo sería de ciudad abierta multiétnica y la provincia estaría gobernada por los mandatarios comunales o regionales surgidos de las urnas. Según confirmó a este periódico un miembro de la delegación serbia de Bosnia, "es una concesión necesaria y la mejor solución posible", añadiendo que esperan la contrapartida e insistiendo en que la provincia de Slavonski Brod y de Rudo, cercana a Gorazde, son por el contrario "innegociables".

Embargo internacional

Por otra parte, los copresidentes de las negociaciones de paz lanzaron una firme advertencia en contra del levantamiento del embargo en la antigua Yugoslavia. "Si levantan el embargo sobre las armas no tienen más que imaginarse la continuación de lo que está pasando en Croacia", declaró David Owen en relación con el eventual levantamiento del embargo militar por la nueva Administración norteamericana.

Serbios, croatas y musulmanes insisten en la necesidad de que se anule el embargo internacional que, pesa sobre Bosnia y Serbia mientras participan en unas negociaciones cuyo desenlace "cada día es más incierto". Las conflictivas exigencias territoriales de unos y otros y el cambio de actitud del presidente Alia Izetbegovic, quien cree que la aplicación de los principios constitucionales no impedirá a Ias provincias serbias de Bosnia-Herzegovina unificarse a la Gran Serbia que sueña Belgrado, hacen que el pesimismo cunda en la conferencia de Ginebra.

Por otro lado, el todavía primer ministro yugoslavo, Milan Panic, intenta "proseguir la misión de paz y consolidar las instituciones democráticas". Tras haber sido recibido por los copresidentes de la conferencia de paz, Cyrus Vance y David Owen, en su "penúltima misión como primer ministro", Panic arremetió ayer contra el embargo sobre Serbia que afecta, opinión, principalmente, a la población civil".