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Los aliados musulmanes y croatas se enzarzan en violentos combates

Violentos combates se registraron ayer entre musulmanes y croatas, teóricos aliados en la guerra de Bosnia, en torno a la localidad de Gornji-Vakuf, a unos 130 kilómetros al oeste de Sarajevo. En los combates han participado fuerzas de infantería y de artillería.El enfrentamiento latente entre musulmanes y croatas, aliados formales ante los serbios en la guerra de Bosnia-Herzegovina, se amplía poco a poco y amenaza con convertirse en un nuevo frente en la guerra de la antigua república yugoslava. La desconfianza es mutua. En ciudades como Mostar o Jablanica, de mayoría musulmana, se palpa la tensión entre las dos comunidades. Los croatas exhiben sin ambigüedad, especialmente e el terreno militar una posición", ominante.

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"La gente no puede estar tranquila en una ciudad en que el 80% de los musulmanes vive amenazado bajo dominación croata, que no son más del 20%", dice Hasan Hindic, musulmán y segundo comandante de las fuerzas bosnias en Jablanica. La ciudad tiene dos alcaldes y dos Ejércitos, que, sólo en teoría, actúan coordinadamente. Cada bando tiene su propio acuartelamiento. Los croatas, a pesar de ser clara minoría en la ciudad, disponen de mejor armamento "porque tienen a Croacia detrás", asegura el comandante Hindic. "Hemos pedido desde el primer día tener un Ejército único, pero los croatas no quieren".

El jefe musulmán se aferra a la idea de una Bosnia-Herzegovina unida en la que puedan convivir las distintas comunidades. Pero su deseo parece un sueño cuando se observa que a lo largo de los 300 kilómetros entre Split (Croacia) y Kiseljak, la mayoría en territorio bosnio, las únicas banderas que ondean en los pueblos y los controles militares son croatas, las insignias en los uniformes de los soldados son croatas y la moneda es el dinar croata. Además, los musulmanes se quejan de que los croatas no respetan la autoridad del Gobierno de Bosnia-Herzegovina que preside Alia Izetbegovic.

La propuesta de dividir la república en 10 provincias con amplias competencias presentada por la ONU y la CE como la última posibilidad para acabar la guerra, abre pocas esperanzas más allá de los despachos de Ginebra.

El Ejército Federal yugoslavo, por otra parte, respondió ayer "violentamente" a los ataques bosnios lanzados desde Srebenica, al este de Bosnia, contra territorio de Serbia, según la agencia serbia Tanjug. Nueve proyectiles de 82 milímetros procedentes de las posiciones bosnias al oeste del río Drina cayeron sobre territorio de la nueva Yugoslavia sin causar víctimas. La respuesta de la artillería federal fue contundente. Un portavoz aseguró que las piezas bosnias fueron totalmente destruidas. El presidente federal yugoslavo, Dobrica Cosic, ya había acusado a las fuerzas musulmanas de "agresiones". En Croacia, el presidente Franjo Tudjman, se ha declarado dispuesto a renovar la presencia de la ONU.

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