La CE confirma "la extrema debilidad" de la economía

La Comisión Europea ha vuelto a revisar a la baja las cifras de crecimiento económico para 1993, según explicó ayer el comisario de Asuntos Económicos, Henning Christophersen, en el primer Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la CE (Ecofin) que se celebra este año. Los ministros confirmaron que las economías europeas se hallan "en una situación extremadamente débil". El crecimiento europeo para este año se prevé del 0,8% o 0,9%, nulo para Alemania, de un 1 % para Francia y España y de un 1,3% para el Reino Unido. Los ministros pidieron a la Comisión Europea que se reúna con los sindicatos para recabar una mayor colaboración con las políticas de moderación salarial. El Consejo empezó a revisar las medidas que propone cada socio para reactivar las economías sin aumentar los déficit públicos y apreció que los márgenes de maniobra siguen siendo muy limitados. El Consejo de Ministros se reunió ayer para poner a punto la Iniciativa de Crecimiento Europeo, una idea aprobada en el Consejo Europeo de Edimburgo, y que la actual presidencia danesa ha situado entre las máximas preferencias.

Iniciativa de crecimiento

Los ministros empezaron a exponer ayer lo que van a hacer cada uno de los socios para contribuir al crecimiento. Según sus propias declaraciones, todos están siguiendo ya actualmente las recomendaciones de la Comisión Europea, de aumentar el gasto en inversiones y disminuir los gastos corrientes, y de dedicar mayor atención a las infraestructuras y a los bienes de equipo.

La Comisión, sin embargo, recibió el encargo de reunirse unilateralmente con todos ellos para redactar un programa concertado de propuestas de crecimiento, que se presentará el 15 de febrero en el próximo Consejo Ecofin.

La CE, por su parte, va a poner en marcha inmediatamente un mecanismo de préstamos a bajo interés del BEI (Banco Europeo de Inversiones) por valor de 5.000 millones de ecus (700.000 millones de pesetas) y, un poco más tarde, a finales del año, del Fondo Europeo de Inversiones, destinado a movilizar proyectos por valor de 20.000 millones de pesetas. La idea del fondo fue bendecida por los ministros pero deberá aprobarse formalmente en otro consejo, y pasar luego por los Parlamentos nacionales, por cuanto requiere modificar el Tratado de Roma.

De toda la Iniciativa, lo único que parece al alcance de la mano son los préstamos de 5.000 millones. De ahí que el Ecofin ensayara una entrada por otro flanco: el, de la moderación salarial, la única cuenta sobre la que se puede incidir cuando no es posible tocar ni el gasto público, ni los tipos de interés.

La Comisión deberá realizar un informe sobre las rigideces del mercado de trabajo en Europa y las reformas posibles. Para ello entrará en contacto con los agentes sociales tanto para recabar sus puntos de vista como para pedir su colaboración en el esfuerzo de relanzamiento. Carlos Solchaga aclaró que no se trata de sustituir la concertación en cada país por una concertación europea.

El Consejo aprobó también un préstamo de 8.000 millones de ecus (1,12 billones de pesetas) como ayuda financiera a la balanza de pagos de Italia. El préstamo se escalonará en seis años.

La reunión se celebró, bajo un clima de augurios muy negativos para la economía, europea durante 1993. El ministro añadió que existe "un amplio consenso sobre los actuales problemas económicos: muy bajo crecímiento en toda Europa, aumento del desempleo, tipos de interés demasiado altos y unos márgenes de maniobra de las políticas fiscales muy escasos".