Mujer y cambio social
Tras subrayar que la lucha por la igualdad de oportunidades de la mujer ha constituido la mayor revolución social de la modernidad, la autora define la tarea prioritaria de las mujeres de hoy: "Consolidar la democracia participativa".
La aprobación, en Consejo de Ministros, del II Plan de Igualdad de Oportunidades de la Mujer constituye un nuevo reto en el proceso de modernización social iniciada con la democracia en nuestro país. Hoy, todos y todas reconocemos el papel histórico que la mujer ha venido desarrollando en la transformación y cambio de las sociedades de todo el mundo. Como decía Agnes Heller, la lucha por la igualdad de oportunidades de la mujer ha constituido la mayor revolución social de la modernidad, una revolución silenciosa, que tiene lugar, que ha sobrevivido a las diferentes oleadas culturales y políticas de carácter posmodernista o neoliberal, y que está en la base, como dice el informe de un grupo de expertos y expertas de alto nivel al secretario general de la OCDE, del movimiento por conducir el cambio y ajuste estructural que necesita la sociedad europea con vistas al siglo XXI.Como decía recientemente A. Touraine, "concluida la experiencia ultraliberal, necesitamos de un Estado capaz de aplicar políticas y soluciones a largo plazo, así como la vuelta a una sociedad de la producción que no se identifica exclusivamente con el consumo, y que vuelve a hablar de creación, producción, decisión, retornando las posibilidades que toda sociedad tiene de actuar sobre' sí misma y de planificar su futuro".
El II Plan para la Igualdad de Oportunidades, que nace en el marco del Tercer Programa Comunitario Europeo, se plantea tres grandes retos:
1 El pacto de la mujer con la empresa y de ésta con la mujer. Avanzar en un nuevo compromiso con los empresarios-as y con las organizaciones sindicales para eliminar las barreras culturales que existen en el mundo empresarial y que afectan al desempleo, a la segmentación ocupacional o al acceso a puestos de máxima responsabilidad de la mujer. Hay un importante porcentaje de mujeres, en los niveles predirectivos de las empresas, que no logran romper el llamado "techo de cristal" para acceder a puestos de responsabilidad, por motivos básicamente culturales. Es una mala estrategia de las empresas en la optimización de sus recursos humanos.
La "igualdad de oportunidades" es una buena oportunidad para las empresas de mejorar su imagen, de ser modernas, eficaces y atentas a las transformaciones sociales, de no despilfarrar unos recursos humanos femeninos cada vez más preparados y con mayores niveles de experiencia. Es un recurso altamente motivado y formado que ni la sociedad española en su conjunto, ni el empresariado en particular, pueden permitirse el lujo de desaprovechar.
En Europa y en España, en el futuro inmediato, cualquier aumento de la población activa llevará aparejado un incremento de la presencia femenina, debido al envejecimiento de la mano de obra de la Comunidad y á la disminución del número de jóvenes.. Europa va a necesitar en los próximos años una mano de obra cualificada. Las mujeres representan un vivero de competencias potenciales indispensables, mejorar su integración y participación en el mercado de trabajo constituye un factor esencial de la cohesión económica y social.
Las actuaciones del II Plan en el área de empleo incluyen: información y orientación profesional, acompañamiento en la búsqueda de empleo, mejorar la experiencia profesional de las mujeres, apoyar su contratación estable y estimular la iniciativa emprendedora.
2 Ir tejiendo un "nuevo contrato social", en línea con el informe de la OCDE Conducir el cambio estructural, que nos permita construir una sociedad europea del siglo XXI más activa, que permita compatibilizar la vida profesional y familiar, que revalorice la diversidad, la diferencia enriquecedora, y que propicie una mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones y en la asunción de responsabilidades. Frente a este reto, el II Plan, entre sus 10 grandes objetivos, contempla:
- Promover la participación equitativa de las mujeres en los procesos de elaboración y transmisión del conocimiento, introduciendo la variable "género" y la crítica al androcentrismo del conocimiento a través de institutos universitarios de la mujer, del Programa Nacional de Investigación y Desarrollo, del Libro Blanco sobre saber y discriminación.
- Promover un reparto equitativo de responsabilidades domésticas que permitan una mayor reciprocidad, entre los sexos.
- Difundir una imagen social de las mujeres ajustada a su realidad actual, en un compromiso decidido con los medios de comunicación para cooperar en el necesario cambio de actitudes, que elimine de nuestra cultura imágenes discriminatorias de la mujer.
- Incrementar la participación social y política de las mujeres, propiciar su acceso a puestos de decisión.
3 Incorporar los valores socioculturales de acogida, trato igualitarios, solidaridad..., valores femeninos que son un instrumento para hacer la vida más humana frente a comportamientos violentos, competitivos y excluyentes, tanto en el seno de las instituciones sociales como en el conjunto de las relaciones sociales.
Democracia -participativa
Se trata de favorecer los sistemas de apoyo social, de fomentar los programas de autoayuda y la participación en las redes de cuidados, aspectos todos ellos en los que las mujeres tienen una larga experiencia, un importante sentido de la responsabilidad y un nivel de preparación y competencia que la sociedad necesita. Es, ni más ni menos, que romper con la situación absurda de que hoy cuidar y reparar, por ejemplo coches, otorgue más prestigio social y hasta salarios más elevados que cuidar o trabajar con las personas que necesitan ayudas.
El II Plan para la Igualdad se inscribe en el marco de la gran tarea prioritaria de las mujeres en el mundo: participar, consolidar la democracia participativa, la democracia desde abajo.
La democracia necesita a las mujeres porque sin nosotras la democracia no es posible. Las mujeres necesitamos hacer cada día más viva la democracia, para avanar en la simetría entre los seres humanos y entre clases sociales. El II Plan de Igualdad de Oportunidades, que nace abierto a cuantas iniciativas futuras puedan surgir, entra a formar parte de la lucha por la igualdad de las mujeres europeas. Unas mujeres que asumimos también la responsabilidad de impulsar el diálogo para integrar la igualdad entre los sexos en el proceso de elaboración de políticas a escala internacional.
Nuestra idea de la solidaridad, de la igualdad, ha de llevarnos a que allí donde hay una mujer discriminada, allí estemos las mujeres europeas, las mujeres de todo el mundo, impulsando nuestra cooperación con las mujeres de los países en vías de desarrollo. En este II Plan nosotros nos queremos ocupar especialmente de las mujeres iberoamericanas y de las mujeres de los países del Magreb. Creo que el desarrollo de la democracia, el avance hacia la igualdad social, no se entiende, en lo cotidiano de la vida de cada ciudadano y ciudadana europeos, sin la presencia de la mujer, sin el trabajo político hacia la igualdad real.
es ministra de Asuntos Sociales.
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