La Liga Árabe exige sanciones contra Israel

La Liga Árabe demandó ayer sanciones internacionales para obligar a Israel a repatriar a más de 400 palestinos desterrados a Libano, pero se abstuvo de anunciar un boicoteo al proceso de paz. Tras dos días de debate en El Cairo, los ministros de Exteriores árabes exigieron el cumplimiento de la resolución 799 del Consejo de Seguridad de la ONU, que condenó las expulsiones hace 26 días. El Gobierno israelí tiene conciencia de que no puede contar con un veto norteamericano en el caso de que el Consejo de Seguridad de la ONU vote unas sanciones contra Israel e intenta encontrar una salida a la crisis de los palestinos desterrados que le permita salvar la cara.

La declaración de El Cairo constituyó el más enfático llamamiento árabe e indirectamente emplazó a la comunidad internacional a adoptar el mismo vigor legal que se emplea contra Irak. Las posibilidades de aplicar sanciones contra Israel permanecen, sin embargo, remotas. Según el Gobierno de Isaac Rabin, Washington va a vetar una acción punitiva contra el Estado judío, su aliado tradicional en Oriente Próximo. Estados Unidos ha sido menos explícito.La resolución árabe también pidió al Consejo de Seguridad la designación de una fuerza internacional para proteger a los palestinos de los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania. "La resolución de la Liga Árabe insta al Consejo de Seguridad a adoptar las medidas adecuadas", dijo el documento leído a la prensa por el ministro de exteriores egipcio, Esmat Abdel-Meguid.

La demanda árabe de la "inmediata aplicación" del séptimo capítulo de la resolución 799 colmó sólo algunas de las aspiraciones de los deportados y sus simpatizantes en el campo radical del movimiento palestino que buscaban supeditar específicamente la continuidad del proceso de paz al retorno de los deportados.

Desde el escuálido campamento en una ladera helada del sur del Líbano al que fueron confinados el 17 de diciembre, los desterrados insistieron en que las conversaciones de paz debían ser suspendidas hasta que Israel dé marcha atrás.

"La resolución [árabe] exhorta a las Naciones Unidas a crear un mecanismo apropiado para garantizar el cumplimento de la Cuarta Convención de Ginebra, particularmente mediante el nombramiento de una fuerza internacional para proteger a los ciudadanos en los territorios palestinos y árabes ocupados", señala el documento.

"No se puede aceptar que se castigue a 415 palestinos por crímenes que no han cometido y sin antes haber sido sometidos a, un procedimiento judicial", subraya la declaración de El Cairo. El documento fue el resultado de un pacto entre gobiernos empeñados en demostrar solidaridad efectiva con los palestinos y las organizaciones radicales empeñadas en suspender el diálogo de paz que en teoría debe reanudarse en Washington el próximo mes.

Yasir Arafat, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), reiteró ayer en Dakar (Senegal) que ningún representante palestino volverá a la mesa de negociaciones mientras no se resuelva la cuestión de los deportados.

La reunión de El Cairo expuso otra vez las diferencias sustanciales entre Siria y la OLP. El Gobierno de Damasco afirmó el lunes que el proceso de paz es demasiado valioso para los árabes como Para interrumpirlo abruptamente.

El primer Ministro, Isaac Rabin, estudia una sugerencia de transferir a los expulsados a la zona de seguridad libanesa bajo control israelí. Se enfrenta, sin embargo, con una dificuldad imprevista: su propio aliado, el general Antoine Lahed, comandante del Ejército del sur de Líbano, se opone a este proyecto.