Las cuencas secas tienen dos tercios de las reservas que había hace un año
Mientras el Norte desagua sus rebosantes embalses, las reservas de las cuencas del Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Segura y Júcar disponen sólo de dos tercios de sus niveles de hace un año, según el director general de Obras Hidráulicas, Adrián Baltanás.Al amparo de los dos decretos sobre sequía aprobados a mediados de 1992, esta dirección general acelera el reparto de 4.000 millones de pesetas más para poner parches. Las acciones más urgentes se dirigen a arbitrar tomas alternativas de agua para Sevilla, con el fin de garantizar las disponibilidades de sus reservas durante seis meses, Cádiz y Ciudad Real.
Un tercio del suministro de Sevilla se bombea del Guadalquivir. Los planes del Ministerio de Obras Públicas y la Confederación del Guadalquivir estudian construir un tendido de tubos de unos 20 kilómetros de longitud para trasvasar agua desde el pantano de El Pintado hasta el sistema de abastecimiento de la ciudad y su área metropolitana. El Pintado es un embalse diseñado para almacenar agua de regadíos, pero no será el único de estas características al que se va a recurrir excepcionalmente para sacar agua de beber.
Es el caso de Cádiz, cuyo suministro sé intenta garantizar a corto plazo mediante la construcción de enlaces rápidos con el pantano de Bornos, cuya capacidad de almacenamiento se estudia ampliar.
Sin contadores individuales
A medio plazo, el área de la capital gaditana y los municipios que la rodean podrían beneficiarse, si llueve, del pantano Guadalcín II, con capacidad para almacenar 800 millones de metros cúbicos. Está recién acabado, pero vacío. La garantía de que en el futuro se erradiquen las restricciones en la zona donde la mayoría de usuarios carece de contadores individuales- está depositada en la construcción de un trasvase desde el Guadiaro hasta el Guadalete.
La obra, evaluada en 15.000 millones de pesetas, ya está aprobada, y a su término proporcionará entre 150 y 200 millones de metros cúbicos de agua a la bahía de Cádiz, donde es posible que se incrementen las restricciones esta misma semana, igual que en Sevilla.
En Madrid, el Canal de Isabel II ha desplegado un plan estratégico a ejecutar si las reservas bajan de los 300 millones de metros cúbicos. El plan prevé penalizar el exceso de consumo multiplicando por 10 su precio, pero Roque Gistau, responsable del Canal, no cree que haya necesidad de aplicarlo. Las tomas desde el Alberche y el bombeo de agua subterránea desde 80 pozos -de los que esperan extraer 2.500 litros por segundo- cubren la demanda hasta un año.
Pero el recurso al bombeo no podrá mantenerse por mucho tiempo. El propio Gistau advierte que las capas freáticas de Madrid están bajando y el agua extraída es de baja calidad,.
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