El presidente bosnio pone condiciones para negociar en Ginebra tras el asesnsato de su ministro
El presidente de Bosnia-Herzegovina, Alia Izetbegovie, puso ayer condiciones a la participación de su delegación en las negociaciones de Ginebra, que deberían reanudarse hoy, tras el asesinato a sangre fría en Sarajevo del viceprimer ministro bosnio, Hakija Turajlic, por un miliciano serbio. Izetbegovic habló de asesinato "premeditado que demuestra los límites de¡ mandato de las fuerzas de la ONU" y pidió que los cascos azules defiendan con las armas" los convoyes.
"Iré a Ginebra, pero creo que regresaré a Sarajevo dos o tres días después. Las negociaciones no pueden continuar si antes no se garantizan cuestiones elementales como el suministro de alimentos bajo control de las Naciones Unidas", dijo Izetbegovic en París.El presidente bosnio admitió que los miembros de su Gobierno le presionaban intensamente para que suspenda, al menos temporalmente, su participación en la conferencia de Ginebra como muestra de repudio del asesinato del viernes. La nueva ronda de la conferencia de Ginebra se considera trascendental. El secretario general de la ONU, Butros Gali, manifestó que se trata de "la última oportunidad para la paz", mientras que el ministro francés de Sanidad y de Acción Humanitaria, Bernard Kouchner, pidió abiertamente "una ofensiva aérea internacional" para acallar la artillería serbia, y un levantamiento del embargo de armas a Bosnia "para que los bosnios puedan defenderse".
El presidente serbio, Slobodan Milosevic, viajará a Ginebra junto a su aliado presidente de Montenegro, Monir Bulatovic, en respuesta a la invitación cursada por los mediadores internacional David Owen y Cyrus Vance. Un portavoz de la presidencia de la nueva yugoslava anunció unilateralmente que las negociaciones no se reanudarán hasta el lunes, debido a las malas condiciones metereológicas para volar a la ciudad suiza.
El asesinato del primer ministro bosnio, enterrado ayer, a manos de un fanático serbio puede ser la puntilla a un proceso negociador que apuntaba pocos visos de éxito. El general francés Philippe Morillon, comandante de las fuerzas de la ONU en Sarajevo, dijo en una conferencia de prensa que el asesinato de Turafjlic "es un fracaso y el golpe más duro de mi carrera". Morillon admitió que el blindado de la ONU en el que viajaba el líder bosnio asesinado y en el cual fue acribillado "nunca debía haber tenido las puertas abiertas".
Los diputados del Parlamento de la autoproclamada república serbia en Bosnia aplaudieron cuando su comandante militar, el general Ratko MIadic, comunicó "la triste noticia": "El vicepresidente del Gobierno musulmán Hakija Turajlic ha sido asesinado por un soldado serbio". "No, aplaudan", dijo el general, pasada la una de la madrugada de ayer, "el incidente es muy serio. Acciones similares pueden llevar a terribles consecuencias".
"He ordenado una investigación urgente de lo ocurrido", aseguró a EL PAÍS- el general MIadic, sumamente preocupado, a diferencia de los diputados reunidos. en Bijeljina (Bosnia), para discutir la postura de la delegación serbia en la conferencia de Ginebra, que se reanuda hoy. El general era consciente de las consecuencias. "La vida de un serbio vale más que cualquier provincia", dijo MIadic, en alusión al riesgo creciente de intervención militar occidental.
El líder político de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, dijo textualmente: "El hecho de que aceptamos los confines externos de Bosnia-Herzegovina, bajo la condición de obtener los confines internos, es nuestra gran concesión".
Por otra parte, un avión del Ejército español transportó el pasado viernes desde Split a Madrid a Jasmina Salkovic y a su hija de 5 años Ira, quienes vivieron los últimos ocho meses en el sótano de su casa en Sarajevo. La niña padece una enfermedad cardíaca que requiere una revisión semestral. La madre gastó todos sus ahorros para comprar su huida, ya que debió pagar mas de 110.000 pesetas a los milicianos serbios y unas 15.000 pesetas a los croatas para cruzar las líneas del frente.Herido graveEl estado de salud del soldado español de los cascos azules José Felipe Vaquero, de 19 años, que resultó herido grave el viernes en Bosnia, era anoche de "pronóstico grave", según el parte médico facilitado por el Hospital Militar Gómez Ulla, de Madrid, en donde el herido fue ingresado ayer tras ser evacuado por vía aérea desde Split (Croacia).
Vaquero, que tocó accidentalmente un cable de alta tensión, sufre quemaduras en el 40% de su cuerpo. El joven había manifestado su intención de abandonar el Ejército, según dijeron algunos familiares.
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