Jaffar confirma el embargo de sus bienes por el Gobierno de Kuwait y niega haber transferido sus inversiones a Bahamas

El ex vicepresidente de KIO Fouad Khaled Jaffar negó ayer a EL PAÍS que hubiera huido a Bahamas o que hubiera transferido allí sus cuentas corrientes o sus negocios. En una conversación telefónica desde Londres, Jaffar declaró estar sorprendido por las acusaciones de que está siendo objeto, aunque confirmó que el fiscal general de Kuwait ha congelado sus cuentas corrientes en el emirato mientras prosiga la investigación sobre las actividades de KIO.El que fuera durante años máximo responsable de las inversiones de KIO no quiso, sin embargo, responder a la mayoría de las preguntas formuladas por este periódico sobre las acusaciones que se vierten contra él en la querella presentada ayer en la Audiencia Nacional. "Este no es el momento de responder a estas preguntas", afirmó. "Cuando realmente conozca el contenido de la querella y lo estudie con mis abogados podré defenderme".

Fouad Khaled Jaffar insistió una y otra vez, durante la conversación telefónica, en su sorpresa por estos procesos. "Yo abandoné KIO en marzo de 1990, después de 20 años de trabajo", afirmó, "y he sido siempre un buen ciudadano kuwaití que ayudó a su país durante la ocupación iraquí". Respecto a la investigación abierta por las autoridades de su país sobre su gestión al frente de KIO, Jaffar explicó que hasta el momento nadie le ha acusado de nada, aunque confirmó el embargo de sus bienes.

Añadió que está tranquilo frente a las acusaciones que le han hecho públicamente en España y en su país, y negó que hubiera huido al Caribe, tal y como publicaba esta semana el diario kuwaití Al Rai Al Am. "Como puede usted comprobar, estoy en Londres atendiendo mis negocios, y no he viajado a Bahamas desde hace tres o cuatro años ni he transferido cuenta corriente o negocio alguno a ese país. Todo eso es falso".

Tampoco quiso responder Jaffar a preguntas relacionadas con las inversiones de KIO en España -cuyo buque insignia, Torras, se encuentra en suspensión de pagos-, ni a por qué abandonó la empresa en 1990 o los beneficios personales obtenidos durante el tiempo en que estuvo al frente de KIO.