El ex responsable de Torras rechaza las acusaciones

Javier de la Rosa, el ex responsable de las inversiones de KIO en España, agrupadas en torno al Grupo Torras, y principal implicado de la querella presentada por los nuevos gestores, rechazó ayer todas las acusaciones que se le imputan y anunció acciones legales contra los actuales directivos de Torras y KIO, y "si es necesario, contra el Gobierno de Kuwait".De la Rosa declaró a Efe que dispone de "toda la documentación" para contestar a las imputaciones formuladas por los actuales administradores del grupo. El financiero catalán negó también las imputaciones sobre presuntos delitos fiscales que podrían haber causado pérdidas fraudulentas a la sociedad por más de 100.600 millones de pesetas.

"Todo es falso y hemos pagado todos los Impuestos", dijo el antiguo responsable de Torras, que atribuyó la querella a "maniobras personales y políticas", entre las que identificó las del bufete de abogados de Melchor de las Heras, que habría cobrado, según él, más de 1.000 millones de pesetas por presentar expedientes de suspensión de pagos de las empresas del grupo.Acusaciones cruzadas"No hubiéramos clarificado públicamente las cosas si no fuera por la locura de los actuales responsables de KIO y de sus abogados", afirmó el financiero, que acusó a los nuevos administradores de haber perdido "cómo mínimo" 300.000 millones de pesetas para su país desde el mes de junio.

Javier de la Rosa aseguró que él y !u equipo no hicieron sino seguir las instrucciones emanadas del grupo kuwaití y reiteró que la responsabilidad de la suspensión de pagos es del actual equipo gestor, al que acusó de haber incumplido los compromisos adquiridos con el Gobierno español por parte del Estado de Kuwait.

De la Rosa acusó a los gestores de los intereses kuwaitíes en Europa de haber utilizado a KIO en beneficio de intereses personales, y puso como ejemplo la compra de acciones de la compañía petrolera British Petroleum e incluso la compra de casas particulares para altos dignatarios del Gobierno de Kuwait, aprovechándose de las exenciones fiscales de las que disfrutaba el grupo en el Reino Unido.