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Los 'marines' de EE UU comienzan a desembarcar en las playas de Somalia

Una avanzadilla de los marines de Estados Unidos comenzó a desembarcar a las once de la noche de ayer (hora española) en las playas cercanas a Mogadiscio, la capital de Somalia. Televisado en directo por las cadenas de televisión norteamericanas, el desembarco pretende preparar la llegada hoy de 1.800 marines a las playas de Somalia. El general Mohamed Farah Aidid, que controla la mayor parte del sur de Somalia y es el principal señor de la guerra en ese devastado país africano, aseguró ayer al enviado especial de EE UU, Robin Oakley, que sus hombres no atacarán a las fuerzas de intervención.

Las imágenes que anoche difundieron las televisiones norteamericanas mostraban a los marines camuflados y preparando sus armas en la costa cercana al aeropuerto de Mogadiscio. Los soldados aparecían rodeados de una nube de fotógrafos y cámaras de televisión.El presidente electo de EE UU, Bill Clinton, no descartó ayer que la operación se prolongue más allá del 20 de enero, fecha del traspaso de poderes con George Bush.

Un contingente de 1.800 marines, de los 28.000 soldados norteamericanos que integran la Operación Devolver la Esperanza para garantizar la distribución de ayuda humanitaria entre los dos millones de somalíes que corren peligro de morir de hambre, llegarán hoy a Mogadiscio según Oakley. "No habrá resistencia", dijo Osman Ali Ato, que apoya financieramente al del general Aidid. No obstante, el jefe militar ha pedido garantías a Washington sobre la situación en que quedarán sus milicias tras el despliegue de las fuerzas norteamericanas. También ha advertido que sus hombres dejarán las armas sólo si los demás clanes somalíes en lucha lo hacen al mismo tiempo.

Temor a enfrentamientos

Funcionarios de las Naciones Unidas y de las agencias humanitarias que actúan en Somalia han expresado su temor de que la llegada de fuerzas extranjeras fuertemente armadas pueda originar enfrentamientos con las diversas, milicias locales e incluso que combatientes que actúan por libre puedan atacar a unos efectivos extranjeros considerados como fuerza invasora.El pueblo somalí en general parece aceptar con alivio la presencia de la fuerza de intervención, exhausto por dos años de guerra civil.

Oakley llegó ayer a Mogadiscio y cruzó la linea verde que divide la capital para mantener conversaciones con el autoproclamado presidente Mohamed Ali Madhi, enemigo del general Aidid. El representante norteamericano dijo que los dos líderes le han prometido su "total cooperación" en el curso de los encuentros que mantuvo ayer con ellos.

Los dos jefes rivales acordaron en marzo pasado un alto el fuego en la capital somalí, pero Mogadiscio sigue dividida en dos. Aideed controla la zona que incluye el puerto y el aeropuerto. Madhi controla el suburbio de Karan, en la parte norte de la ciudad. Precisamente el puerto y el aeropuerto serán los primeros objetivos de la fuerza de vanguardia de 1.800 marines con el fin de garantizar la llegada del resto de las fuerzas.

A los 28.000 soldados norteamericanos se sumarán otros 7.000 procedentes de otros países, entre ellos 2.100 franceses, que saldrán mañana de Francia con dirección a Somalia bajo el mando, del general René Delhome. Más de una veintena de países han dado su apoyo a la operación militar, entre otros España -con el uso de la base de Morón de la Frontera-, Italia, Rusia, Zimbabue, Argelia, Australia, Canadá, Grecia y Argentina.

La Operación Devolver la Esperanza, que se realiza bajo el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene como objeto acabar con el bandidaje y la anarquía en el país.

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