Londres propone a los Doce endurecer las leyes de inmigración y asilo
El Reino Unido presentó ayer a los otros 11 países comunitarios una serie de propuestas para endurecer las leyes conjuntas sobre inmigración y asilo político, en una reunión de ministros de Interior celebrada en Londres. Los ministros debían decidir también el destino de 6.000 refugiados bosnios que esperaban ser trasladados a países de la Comunidad. España aceptará a un millar de estos refugiados, que se alojarán provisionalmente en un camping en Murcia. El Reino Unido anunció, a su vez, que admitiría a 1.000 refugiados con sus familias, hasta un total de 4.000.
Las propuestas británicas eran paralelas al endurecimiento de su propia legislación nacional, que se debate estos días, y que, según Amnistía Internacional y otros grupos humanitarios, contradice la normativa de Naciones Unidas sobre refugiados. La reunión del Grupo de Trevi -foro de ministros de Interior y Justicia comunitarios, a la que se unieron observadores de terceros países- seguirá hoy, pero no se esperan avances en dos de los asuntos más importantes para la Comunidad Europea: los convenios de fronteras externas e internas. La definitiva armonización de prácticas en las fronteras de la CE con terceros países está paralizada por una reclamación española respecto a Gibraltar, cuyo aeropuerto está en territorio considerado español por el gobierno de Madrid y no cedido al Reino Unido - por el tratado de Utrecht (1713).
En cuanto a las fronteras internas, han surgido dos grupos enfrentados: el Grupo de Schengen (todos los países de la CE menos Reino Unido, Irlanda y Dinamarca), que piensa suprimir todos los controles fronterizos dentro de territorio comunitario a partir de otoño del año próximo; y los otros tres países, que quieren mantener algún tipo de control. Según el Foreign Office, la posición británica "refleja sus condiciones geográficas como isla y sus sistemas para controlar la emigración" y "no pretende dictar a sus socios como deben organizar sus fronteras", por lo que espera "un recíproco respetoAcuerdo previo
La delegación británica argumentó ayer que no se podían relajar las fronteras interiores sin que hubiera previo acuerdo respecto a las exteriores, para evitar que los inmigrantes ilegales entren en la CE por los países donde encuentren más facilidades y puedan moverse libremente por el territorio comunitario.
La delegación española señaló que, aún en el caso de que hubiera acuerdo sobre el convenio de fronteras exteriores este mismo mes, haría falta un año para que entrara en vigor. "Los nueve países de Schengen podemos seguir con nuestros planes, al margen de los otros tres", afirmó un portavoz de la delegación española.
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