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Por Navidad, Sharon Stone

La actriz protagoniza con Antonio Banderas un anuncio dirigido por Bigas Luna

Rocío García

Sharon Stone, la actriz que con Instinto básico ha logrado imponerse como el nuevo sex symbol de los noventa, dijo ayer en Los Ángeles que espera que la llegada de Bill Clinton a la presidencia de Estados Unidos pueda resultar beneficiosa para los actores de Hollywood y para los norteamericanos en gereneral. La actriz hablaba a un grupo de periodistas españoles que asistió en Los Angeles al estreno de la película publicitaria de la empresa Freixenet protagonizada por la propia Sharon Stone y Antonio Banderas. La dirección de la minipelícula corre a cargo del cineasta español Bigas Luna, que triunfa en el mundo con su Jamón, jamón.

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Dos ausencias

ENVIADA ESPECIALLa protagonista de Instinto básico criticó la doble moral norteamericana de escandalizarse por las escenas de sexo y fabricar al mismo tiempo dosis de violencia sin enrojecerse. Banderas excusó a última hora su presencia en el acto, cuya fecha y hora había impuesto Sharon Stone, por problemas de rodaje de su última película en Nueva York.Vestida con un traje negro largo y un abrigo de encaje del mismo color, Sharon Stone apareció en escena como una verdadera estrella de Hollywood, del brazo de Chris Peters, hijo de un peluquero del mundo del cine que llegó no se sabe cómo a la vicepresidencia de la Paramount. Sin joyas -sólo unos pequeños pendientes de brillantes adornaban su rostro- pero con un gran cardado de rubia explosiva, como si de la mismísima Barbie Superstar se tratara, Sharon Stone posee al natural la misma fuerza y mirada cautivadora que tantos estragos ha causado en el mundo con Instinto básico.

A pesar de considerar que los políticos son todos unos payasos y que a Bill Clinton lo único que le interesa del mundo del cine, como a todos, es "lo que ganan los actores para saber cuántos impuestos tienen que pagar", Stone dijo que esperaba que fuera un buen presidente. Poco antes había contestado la pregunta de si prefería a George Bush antes que a Clinton con un rotundo: "Absolutamente, no".

Su relación con Antonio Banderas ocupó buena parte de los 15 escasos minutos que duró el encuentro de la actriz con la prensa. "Es un actor interesante, nuevo en Hollywood, y posee un atractivo real, nada ficticio", dijo la actriz acerca del actor español, que fue su compañero en la entrega de los últimos oscar y a quien aquí presentó como "el hombre más sexy del mundo".

La pareja sigue

Sharon Stone anunció que próximamente rodará una película con Banderas, así como la segunda parte de Instinto básico -filme por el que se dice que cobrará siete millones de dólares- Aunque no quiso decir revelar será su compañero masculino en Instinto básico II, dejó claro que no se trata de Antonio Banderas, por una sola razón: "El actor [de Instinto básico] tiene un papel muy agresivo".Sobre sus relaciones con los homosexuales, colectivo que organizó un gran escándalo el día de la entrega de los oscar en protesta por el guión de Instinto básico, y que obligó a Stone y a Banderas a colocarse un lacito rojo en el pecho con la esperanza de apaciguarles, la actriz fue muy contundente: "Mis relaciones con los homosexuales son, como siempre, de mutuo respeto".

Se siente Sharon Stone encantada de su nueva imagen de sex symbol, a la que aporta unas grandes dosis de mujer fatal y distante. No sólo utilizó el minúsculo espejo de un cuchillo para retocarse los labios durante la cena y jugueteó sin parar con una cinta que mordisqueaba continuamente, sino que cuchicheó con su partenaire, un mozo de notable amaneramiento y con un pañuelo-corbata tan grande, o tan pequeño, como él mismo, sabiéndose centro de todas las miradas.

Retiro dorado

Sin embargo, confesó Sharon Stone ser consciente de que su atractivo físico no podrá aguantar durante muchos años las presión que plantean a una actriz de sus características los primeros planos de las películas, que no perdonan en este sentido el paso del tiempo.Para cuando llegue el momento en que la cámara tenga que tomarla en planos menos escrutadores, es decir, cuando haya que maquillar las tomas para mantener la carga erótica de la actriz, Sharon Stone tiene ya en cartera dos buenas alternativas profesionales. Una es dedicarse al teatro, ya que, dijo la actriz, el escenario cuenta con recursos lícitos para ocultar el paso del tiempo. Y la otra, plantearse un cómodo retiro, una jubilación prematura de la pantalla y de los escenarios -a la manera de Greta Garbo, que se largó por la puerta trasera de Hollywood cuando descubrió que su imagen perdía frescura y fuerza- con la fortuna que había amasado.

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