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93 países adelantan a 1996 la prohibición de los productos más dañinos para la capa de ozono

A pesar de las negras nubes que se cernían sobre la conferencia de Copenhague para la protección de la capa de ozono, ésta terminó ayer con el acuerdo de eliminar definitivamente en 1996 los productos que más dañan la capa de ozono. Otros acuerdos conseguidos por los representantes de 85 países firmantes del Protocolo de Montreal (ratificado por 93 países y la CE) fueron considerados insuficientes por Ias organizaciones ecologistas y por el propio director general del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), convocante de la reunión.

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Los puntos menos conflictivos tratados por los representantes de 85 países, que representan el 95% del consumo, han sido el adelanto de cuatro años en la fecha de prohibición de los productos más perjudiciales para la capa de ozono (CFC), nueve años en la de prohibición del metilcloroformo y seis años en la de prohibición de los halones. Los dos primeros grupos de productos dejarán de producirse y consumirse en 1996, y el tercero en 1994.Un punto conflictivo sobre el que Mostafa Tolba, director general del PNUMA, lamentó no hubiera habido mayor avance, es la inclusión del bromuro de metilo, un pesticida barato y eficaz utilizado en muchos países, en la lista de productos considerados perjudiciales para la capa de ozono. A pesar de que se aprobó esta inclusión no se llegó a un acuerdo sobre la disminución de su producción.

Lo decidido en este punto pide a los gobiernos que para 1995 la producción de bromuro de metilo quede congelada a los niveles de 1991 y que busquen productos sustitutos que no sean perjudiciales para el ozono estratosférico terrestre. Sin embargo, no se decidirá hasta 1995 si se va a desterrar paulatinamente de los productos que se pueden utilizar, una vez se hagan nuevos estudios científicos sobre sus efectos.

Y ahora, los sustitutos

El punto más debatido fue el calendario de desaparición del mercado de los productos sustitutivos de los CFC, los HCFC, considerados 20 veces menos perjudiciales para la capa de ozono. Mientras se busca una solución definitiva, se ha. acordado ir limitando su producción desde 1996 hasta su prohibición total en el año 2020. Este acuerdo fue criticado duramente ayer por la organización Greenpeace, que lo calificó de sentencia de muerte para la capa de ozono. Greenpeace acusó a Francia y a Estados Unidos, los mayores productores actuales de HCFC de bloquear iniciativas para fijar una fecha más cercana para la prohibición total de estos productos, mientras el deterioro de la capa de ozono es mucho mayor en la actualidad de lo previsto hace unos anos. "El protocolo de Montreal está en manos de industrias químicas como Du Pont, Atochem e ICI", señaló un portavoz de la organización ecologista.Quizá lo más sorprendente de esta cuarta reunión de los países firmantes del tratado fuera la decisión de consolidar el fondo multilateral para transferir tecnología a los países del Tercer Mundo, de forma que dejen de utilizar, o no lleguen a hacerlo nunca, los productos perjudiciales para el ozono. El fondo provisional creado en 1990, en el que están representados de forma paritaria los países desarrollados (los que ponen el dinero) y los en vías de desarrollo (que lo reciben) queda formalizado así definitivamente.

Algunos países desarrollados han criticado en los últimos meses el funcionamiento de este fondo y han pedido que se integre en los fondos para objetivos medioambientales que maneja el Banco Mundial. Es el caso de Francia, que dejó de pagar su contribución en los últimos dos años por desacuerdo con la gestión del fondo. Países como India y China se negaban a esta integración del único mecanismo paritario que existe para la ayuda al Tercer Mundo.

El acuerdo alcanzado ayer se ha debido en gran medida a la actitud de Estados Unidos, que apoyó la actitud de los países en vías de desarrollo. Sin embargo, no resuelve la crisis económica en que se encuentra el Protocolo de Montreal, ya que un buen número de países donantes no ha entregado el dinero prometido en los últimos dos años. Según el acuerdo alcanzado ayer, el fondo recibirá 113 millones de dólares (unos 12.000 millones de pesetas) en 1993 y una cantidad al menos igual en 1994.

Malestar español

El compromiso logrado en torno al bromuro de metilo ha provocado malestar en la delegación española, que afirmó ayer que era suya la propuesta que se aceptó finalmente, incluso suavizada, ya que no recogió una posible reducción del 25% en su producción antes del año 2000. Vicente Albero, secretario de Estado para las Políticas de Aguas y Medio Ambiente, señaló que la propuesta fue rechazada inicialmente por algunos países que querían ir más lejos porque España y los demás países mediterráneos "tenemos el sambenito de ser enemigos" del medio ambiente. "Es un escandaloso proceso permanente", dijo. Poco antes, el anfitrión de la conferencia, el ministro danés de Medio Ambiente, Per Stig Moeller, había presentado a la prensa la resolución como uno de los logros importantes en los que Europa y Estados Unidos estuvieron de acuerdo.

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