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Reportaje:EL LABERINTO ADMINISTRATIVO

Vuelva usted en 45 días

Vía crucis de una bióloga madrileña y un instalador aragonés para hacerse con el DNI

María Isabel Reymundo trabaja como investigadora bióloga en una empresa de Tres Cantos (a 20 kilómetros de Madrid). Tiene 33 años y vive en la capital. Un día le robaron el bolso cuando se encontraba de visita en un hospital. En el botín se llevaron sus credenciales.El 13 de abril acudió a un estanco para adquirir los impresos para tramitar su documento nacional de identidad (DNI). Con los impresos le adjuntaron el teléfono de información del Ministerio del Interior y la relación de comisarías de policía donde se obtiene el DNI. "Hasta ahí perfecto", dice Isabel. "Fui a la comisaría del barrio de la Estrella. Rellené el impreso, pero como había sido robo me dijeron: 'Dentro de 15 días la llamaremos por teléfono para citarla y grabar sus huellas'. Pasaron 15 días y, en vista de que no me llamaban, llamé yo. Pero comunicaban y comunicaban. Claro, yo no podía pasarme el tiempo colgada al teléfono desde mi trabajo, así que le dije a mi madre que lo hiciera por mí, pero tampoco lo logró. Llamé a Interior y me dijeron que no podían hacer nada. ¡Vaya con la cita previa!, pensé. Fue mi madre la que se acercó a la comisaría y le repitieron que ya me llamarían. Al cabo de unos 50 días desde la solicitud, una tarde vuelvo del trabajo y me dice":

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Del correo a la cita previa

-Han llamado, que vayas mañana a las 10.30.

"¡Pues qué bien. No puedo. En la empresa privada no puedes escaparte sin avisar de un día para otro. Tuvo que ir mi madre a la hora señalada para decir que no podía ir y que me concertaran otra cita. Le dijeron que no hacía falta, que podría ir cualquier día. ¡Estupendo! Cuando pude ir se hizo el mes de agosto. Al tocarme el turno, la señora que introducía mis datos en el ordenador se pone a gritar:

-¡Entonces, se llama usted María Isabel Raymondo y nació en tal día y tal fecha! ¿Correcto?

"Correcto, contestaba yo, un poco abochornada por los gritos. ¡Qué falta de intimidad, Dios mío!, pensaba allí al frente de la cola. Podrían decírtelo más bajito y no cantarlo a grito pelao. Al acabar los trámites me dijeron, mirando un calendario, que podría recoger el DNI al cabo de 45 días, con lo cual al volver a casa lo primero que hice fue señalar en rojo el 25 de septiembre. Llegado el día me presento en la comisaría y me dicen:

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-No está.

-¡Ah, no, no. Me dijeron que a los 45 días estaría!

-Pues no está. Sería en agosto y calcularon mal. Vuelva dentro de 15 días.

"Me puse de tal mala uva que me di la vuelta y al llegar a casa escribí una carta al Ministerio del Interior con una copia de otra que mandaba a un periódico. Y a primeros de noviembre recibo una respuesta del comisario general de Documentación en la que me informa de que el DNI estaba a mi disposición desde el 15 de septiembre. ¡Mentira! No estaba. A los dos días de mandar la carta al ministerio me llegó una tarjeta de la comisaría en la que me comunicaban que ya podía pasar a recoger el DNI".

María Isabel Reymundo ha permanecido indocumentada seis meses. En la comisaría de la calle del Doce de Octubre de Madrid no le han explicado las causas del retraso de su carné. "El caso es que ahora no hay apenas colas. No lo entiendo. La vez anterior eché todo un día en las oficinas de Santa Engracia (donde se centraliza la gestión del DNI). Hice cola, puse mis huellas, me dijeron que lo recogiera al cabo de una semana y así lo hice. Pero ¿ahora? Lo de los teléfonos me parece una tomadura de pelo, por lo menos en esta comisaría. Y lo de la informatización... tampoco lo entiendo. No sé si es que parte del personal se dedica a poner los datos antiguos al día o que el colapso se produce en la Fábrica de Moneda y Timbre... No lo entiendo".

Un año después

Santiago Eugenio Gil García lleva más de un año indocumentado. Está casado y -tiene la misma edad que Isabel. Trabaja por cuenta propia como instalador para Telefónica. Su oficio le hace saltar de un día para otro entre distintos lugares: Ibiza, Zaragoza, Borao (en los Pirineos) o Francia. No para de viajar, pero tiene dos direcciones donde se le localiza: en Borao y en Zaragoza.Inició los trámites para renovar su DNI en Zaragoza hace más de un año: el 6 de noviembre de 1991. Le dijeron que recibiría su carné por correo al cabo de 15 días. Todavía se encuentra indocumentado, hecho que le ha impedido inscribir a su nombre una furgoneta que adquirió para su trabajo o poder cruzar la frontera francesa. "No me daban ninguna salida y se negaron a darme un certificado que acreditara que el carné caducado se encontraba en tramitación".

Después de varios meses recibió una llamada en su contestador. Podía pasar a recogerlo. Pero al presentarse en comisaría "me dijeron que no me habían llamado, que reclamara a Correos. ¡Qué desfachatez ir a por el carné con un año de retraso". Santiago tuvo que sacarse el pasaporte, y cuando el 2 de octubre se acercó de nuevo a la comisaría, esta vez la de San José, estaba cerrada. Era el día de los Ángeles Custodios.

"Dos veces he querido reclamar y no se me ha permitido", afirma Santiago.

El pasado viernes volvió a la comisaría. El momento de su presencia coincidió con una llamada de este periódico al responsable de documentación para interesarse por el caso.

-El cartero de Borao nos dijo que nunca estaba cuando le llevaba la carta certificada -decía el comisario.

-¿Por qué no me dejaron un aviso para que fuera a recogerlo?, -replicó Santiago.

-Pregúnteselo a Correos -insistió el comisario.

El pasado viernes, un año y 20 días después de su primer intento, Santiago Eugenio iniciaba la segunda oportunidad para documentarse. En la comisaría de San José de Zaragoza le han dicho que recoja su DNI pasados los 30 días.

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