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Choques entre policías y jóvenes en Santiago por el adelanto del cierre de los bares

Xosé Hermida

Cientos de estudiantes, furiosos por la orden gubernativa de cumplir el horario de cierre de los locales nocturnos, se enfrentaron a la policía en la madrugada de ayer en Santiago de Compostela y causaron diversos destrozos en las principales calles de la ciudad. Los jóvenes arrojaron botellas y piedras contra los agentes y rompieron cabinas telefónicas, papeleras y contenedores de basura, según informaron el Gobierno Civil de La Coruña y el Ayuntamiento de Santiago. Varias personas resultaron contusionadas, aunque sólo una de ellas -que presentó denuncia contra la policía- necesitó asistencia médica.

Los incidentes comenzaron pasadas las tres de la madrugada en la puerta de una concurrida discoteca de la zona nueva, donde se habían concentrado cientos de jóvenes, 1.500 según el Ayuntamiento y unos 4.000, según el Gobierno Civil. Las noches de los jueves se abarrotan los locales nocturnos de Santiago ya que la mayoría de los 30.000 estudiantes universitarios que hay en la ciudad salen a tomar copas.Agentes de la policía habían recorrido los bares recordando a sus propietarios las horas oficiales de cierre durante la semana las 2.30 para los pubs y las 3.30 para las discotecas.

Desde hace años esta normativa se incumple abiertamente: la mayoría de los pubs están abiertos los jueves hasta 3.30 y las discotecas no desalojan a su clientela antes de las cinco de la madrugada.

Acostumbrados a la actitud permisiva de las autoridades, los estudiantes reaccionaron con furia. Según la versión oficial, grupos de jóvenes comenzaron a insultar a los agentes y a lanzarles botellas y piedras que recogían de los contenedores de basura. La policía respondió cargando contra, la multitud, a la que logró disolver tras disparar con sus fusiles antidisturbios tres cartuchos de fogueo.

Disturbios

Posteriormente, los disturbios se extendieron a toda la zona nueva de la ciudad.

Grupos de jóvenes se concentraron en algunas plazas pero los agentes no respondieron a los insultos y se limitaron a vigilar a los concentrados.

Los estudiantes causaron destrozos: arrancaron bancos, papeleras, árboles, cabinas telefónicas y un quiosco de la ONCE, y cortaron el paso atravesando automóviles y contenedores de basura. Poco a poco los jóvenes fueron retirándose a dormir hasta que la ciudad recobró la calma sobre las seis de la madrugada.

Varios jóvenes resultaron contusionados, entre ellos L.G.L., vecino de Cedeira (La Coruña), que requirió atención médica a causa de un hematoma en un muslo y una herida leve en la cabeza. L.G.L. presentó denuncia contra la policía, ya que asegura que los agentes la emprendieron a porrazos contra él y unos amigos suyos en el momento en que salían de la discoteca.

El Ayuntamiento y el Gobierno Civil decidieron la pasada semana obligar a que los locales nocturnos de Santiago cumplan el horario establecido. Las autoridades aseguran que habían recibido numerosas protestas de las asociaciones de vecinos, que se quejaban de "algarabías y actos vandálicos" altas horas de la madrugada.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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