Gaddafi reajusta su Gobierno para facilitar el diálogo con EE UU

El Congreso General del Pueblo o Parlamento libio, reunido en Sirta con la asistencia de cerca de 3.000 delegados de 1.500 municipios, ha decidido efectuar el martes una importante remodelación ministerial, para facilitar el diálogo con los países occidentales, y especialmente con Estados Unidos. Muammar el Gaddafi declaró ante los delegados asistentes que estudia un proyecto para que gran parte de los ingresos por venta de petróleo reviertan directamente en el pueblo libio.

El cambio más significativo ha sido el cese del ministro de Asuntos Exteriores, Ibrahim Bechari, que ha sido sustituido por Omar el Montaser, calificado en medios políticos como "el emisario secreto de Trípoli" por sus contactos con los países occidentales.Con el cese de Ibrahim Bechari, el régimen libio se desembaraza de un hombre polémico, criticado por las bases, que le acusan de no haber sabido manejar los problemas diplomáticos que han desembocado en el embargo decretado por las Naciones Unidas, como consecuencia del contencioso desencadenado por el atentado contra el avión de la Pan Am cuando sobrevolaba la localidad escocesa de Lockerbie (270 muertos). Al mismo tiempo, Trípoli intenta lavar su imagen arrinconando a un hombre que estuvo vinculado a los servicios de seguridad, sospechosos de estar implicados en el citado atentado y en otro que sufrió un aparato de la compañía francesa UTA sobre Níger (170 muertos).

Para sustituirle, se ha nombrado como responsable de la diplomacia al que fuera primer ministro entre 1987 y 1990, Omar el Montaser, que ocupaba hasta ahora la cartera de Planificación y Economía, y que está considerado como uno de los cerebros de la operación que pretende llevar a Libia hacia una economía de libre mercado. Pero sobre todo Montaser es el emisario que el régimen del líder libio, Muammar el Gaddafi, ha utilizado en estos últimos meses en sus contactos "secretos" con los países occidentales.

La importante remodelación ministerial acordada por el Congreso del Pueblo no ha afectado, sin embargo, al primer ministro, Abu Zeid Omar Durda, a quien por aclamación le fue renovado un mandato que se inició en 1990.