La patrulla de la Legión regresa a su base en Split bajo una lluvia de granadas

La patrulla de la Legión enviada el martes a la localidad bosnia de Jablanica regresó ayer a su base de Split bajo una lluvia de granadas. Hasta 18 proyectiles cayeron en las inmediaciones de la caravana, el más cercano a unos 25 metros de distancia, mientras transitaba por los alrededores de Mostar, entre las localidades de Potoci y Buna.La carretera pasa entre las líneas de las fuerzas croatas y serbias, que mantienen intensos combates en la zona. Ayer mismo cayó un proyectil en la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Mostar.

Las explosiones no causaron ningún herido ni daños materiales en el convoy español, integrado por 70 hombres y 15 vehículos, 10 de ellos blindados, a pesar de que cayeron proyectiles de hasta 120 milímetros de calibre.

El teniente coronel Alfonso Armada, responsable de la expedición, aseguró que los disparos no iban dirigidos contra el convoy. "Estaban disparando antes de que llegáramos y continuaron después. La primera noticia la tuve por el comandante Palomino, que iba dos kilómetros por delante y me llamó para advertirme".

Respecto al origen de los proyectiles que cayeron alrededor de la caravana afirmó que "estaban disparando unos y otros y habrá habido fuego de unos y de otros". Algunos integrantes de la patrulla, indicaron, sin embargo, que los primeros disparos parecían proceder de la parte croata.

El coronel Zorzo, jefe de las fuerzas españolas en Bosnia-Herzegovina, aseguró ayer que el intercambio de fuego que ha rodeado hasta ahora el paso de los vehículos españoles por la zona de Mostar no ha sido de entidad suficiente para suspender la misión. En caso de que se intensificaran los combates, se suspendería el paso por la zona, añadió Zorzo, quien se mostró convencido de que estos incidentes no se repetirán cuando vuelva el convoy español.

Cuando la patrulla española atravesó la zona de Mostar camino de Jablanica, el pasado martes, dos granadas cayeron ya en sus inmediaciones, a unos 10 metros de distancia la más próxima. La caravana emprendió regreso a las 8.30 de la mañana de ayer y llegó a las once a la localidad de Metkovik, en la frontera entre Bosnial y Croacia, donde acaba ya el área de peligro. Zorzo se reunio ayer en dicha ciudad con los oficiales del destacamento y con los responsables locales del ACNUR, cuyos convoyes hacia Sarajevo serán escoltados por la Legión a partir del lunes.

"Un incidente esperado"

El jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo, afirmó ayer en Madrid que la granada de mortero que cayó el martes cerca de una patrulla de reconocimiento de cascos azules españoles en Bosnia fue "un incidente esperado", informa Efe. El almirante afirmó que este hecho "quizá se ha sacado un poco de quicio, porque la prensa estaba presente".

Antes del fin de semana, probablemente mañana mismo, se trasladará a Jablanica una compañía de la Agrupación Málaga, de unos 200 hombres, que dará escolta a los convoyes durante la última parte del trayecto.

Los responsables de los cascos azules españoles están negociando también con las autoridades en Metkovik el traslado a dicha población de la mayor parte de los efectivos de la Legión, actualmente desplegados en los alrededores de Split, para ahorrar los 150 kilómetros de distancia que separan ambas localidades. El ACNUR ha pedido a las tropas españolas que, en contra de, lo inicialmente previsto, los convoyes que a partir del lunes serán escoltados hasta Kiseljak, a 20 kilómetros de Sarajevo, sean muy reducidos, no más de 10 camiones cada uno, pero numerosos, lo que en principio complicaría su custodia pero, en cambio, agilizaría su paso por la zona más caliente de la ruta.