James Turrell presenta una muestra sobre la luz como objeto
El trabajo del norteamericano James Turrell, de 49 años, se ha centrado principalmente, a lo largo de las tres últimas décadas, en la investigación de la luz como material plástico. La exposición que presenta a partir de hoy en las salas de la Fundación Caja de Pensiones de Madrid (Serrano, 60) consta de una serie de artilugios que instan al espectador a participar en una experiencia que lo llevará a enfrentarse con sensaciones de su propio cuerpo. "No hay objetos en la mayor parte de las obras de Turrell porque la propia percepción es el objetivo de sus obras", dice Julia Brown, comisaria de la exposición.La mayor parte de las obras de esta muestra requiere que el espectador participe individual y activamente en ellas. Él completa con su experiencia la obra del artista. "Yo no trabajo construyendo obras sobre lo que yo veo", dice Turrell, "sino sobre lo que tú ves, sobre tu mirada".
Una de las piezas es una cabina cerrada a la que el visitante entra y se sitúa dentro una semiesfera iluminada. Con diferentes mandos se cambia o intensifica el color de la luz y se controla también un efecto estroboscópico y un sonido que estimula la concentración. Es una experiencia individual que intenta que el espectador se haga consciente de su sensación pura ante el color, el espacio y la luz. La ausencia de imágenes impide las asociaciones convencionales de ideas.
Sueños iluminados
Turrell se pregunta también de dónde viene la luz que ilumina nuestros sueños. La vigilia y el sueño o la mirada despierta ante la, oscuridad total son estados a los que Turrel quiere incitar para levantar preguntas que de otro modo pocos se plantean.James Turrell estudió arte y psicología en los años sesenta, es pacifista acérrimo no sólo por decisión ética, sino por religión. Es un cuáquero practicante, objetor de con ,ciencia durante la guerra de Vietnam y verdadero defensor de la meditación. En la muestra presenta también bocetos y maquetas del gran proyecto que realiza ' desde hace varios años: el cráter de Roden, en el desierto de Arizona, en el que quiere hacer una especie de observatorio. En la exposición se exhiben también algunas de las 40 maquetas de sus Esculturas autónomas, que son estructuras arquitectónicas a escala. La simplicidad de los elementos con los que Turrell juega en estas esculturas destaca la monumental grandiosidad de los proyectos.
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