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La Comunidad invita a EE UU a reabrir las negociaciones para evitar la guerra comercial

Estados Unidos y la Comunidad Europea se enfrentan a una carrera contrarreloj para evitar que estalle una guerra comercial que podría agravar aún más la recesión. Con el 5 de diciembre como fecha límite -pues Washington no ha retirado su amenaza de aplicar las sanciones a partir de ese día-, los dos bloques deben reabrir con éxito las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT. Los Doce han ofrecido su máxima prueba de buena voluntad al reprimir, de momento, cualquier anuncio de respuesta inmediata a las sanciones, y así facilitar un acuerdo. Desde EE UU, la responsable de Comercio, Carla Hills, destacaba que están dispuestos a sentarse de nuevo y negociar.

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Los doce países de la Comunidad Europea están de acuerdo en que el primer objetivo, tras el anuncio de sanciones por parte de Washington, es evitar una guerra comercial con Estados Unidos. Por ello, no responderán, de momento, a las sanciones comerciales que el gobierno de George Bush ha anunciado aplicará contra la Comunidad Europea a partir del 5 de diciembre. Con todo, fuentes de la CE subrayaron ayer que esta muestra de voluntad negociadora no implica, en ningún caso, una renuncia a adoptar medidas de represalia si las sanciones anunciadas por Washington llegaran a hacerse efectivas.Los ministros de Comercio de los Doce concluyeron sus dos días de reunión en Brocket Hall con una recomendación: la CE y de Estados Unidos deben reabrir cuanto antes las ahora rotas negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) con el objetivo de alcanzar un acuerdo sensato y equilibrado.

Esta recomendación se explicitará de forma institucional en el Consejo de Asuntos Generales, que reunirá el lunes en Bruselas a los ministros de Asuntos Exteriores y Comercio. Un problema adicional es que, en esa reunión, Francia podría pedir que se expliciten las medidas de respuesta que la CE está dispuesta a adoptar si se llegara al 5 de diciembre sin ningún acuerdo, según informa France Press. Esta agencia toma como referencia una entrevista que el ministro de Comercio galo, Dominique Strauss-Kalín, ha concedido a la revista Le journal du dimanche.

Carla Hills, optimista

Mientras, la responsable de Comercio de Estados Unidos, Carla Hills, mostró ayer su confianza en que puedan reabrirse con éxito las negociaciones, informa Reuter. En unas declaraciones a la cadena de televisión NBC, Hills afirmó que "sólo tenemos que sentarnos a negociar con sentido común, y nosotros estamos dispuestos a hacerlo". Como contrapunto a la flexibilidad de la representante de Comercio estadounidense, su compañero de negociaciones, el secretarlo de Agricultura Edward Madigan, aseguró en Chicago que las dos partes estaban "muy lejos" de alcanzar un acuerdo.

La invitación a recomponer el diálogo que ha lanzado la Comunidad sólo encontró ayer, por tanto, una declaración de principio de uno de los dos negociadores estadounidenses. El primer escollo con que se enfrentan ahora las dos partes es cuándo, dónde, y en qué términos deben reabrirse las negociaciones, toda vez que Washington no ha retirado su amenaza de sancione.

Esas sanciones supondrían -en una primera fase- la aplicación de un arancel del 200% sobre una lista de productos agrícolas comunitarios -mayoritariamente franceses- que EE UU compra por valor de 300 millones de dólares anuales (unos 30.000 millones de pesetas).

La búsqueda de una fecha y lugar para reabrir las negociaciones se estudiará mañana en Bruselas y el martes en Ginebra, pues en esta ciudad suiza se reunirá el Consejo del GATT (del que forman parte 108 países) para buscar una salida.

El mayor problema que se discutirá en Bruselas es la posibilidad de que este mes de moratoria no sirva de nada. Para esta eventualidad, Francia -con el apoyo de España, Italia, Irlanda y Portugal- defienden la revancha. A cambio, Alemania y Reino Unido ya lanzaron ayer la idea de convocar una cumbre, al más alto nivel, que busque una salida negociada. A esa cumbre, que defendió en primer lugar el ministro de Economía alemán, Juerguen Möelleman, deberían asistir el actual presidente de EE UU, George Bush, el primer ministro británico, John Major, como presidente de turno de la CE, y el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors.

La idea de esta cumbre cuenta con un rechazo metodológico, según fuentes de la Comunidad. La presidencia de EE UU ya está en periodo de transición, pues el presidente electo, Bill Clinton, tomará posesión el 20 de enero, aunque ni él ni nadie de su equipo ha realizdo ninguna declaración sobre este asunto. Además, según las mismas fuentes, es difícil que Delors pueda negociar por el conjunto de países de los Doce, sobre todo después de que la crisis actual haya mostrado una clara diferencia de opinión entre sus dos países más influyentes: Francia y Alemania.

Problemas políticos

Las diferencias surgieron por los problemas políticos que para Francia supondría un nuevo recorte en las subvenciones agrícolas, después del impacto que ha tenido la reforma de la Política Agrícola Común. En Alemania y Reino Unido, sin embargo, el mayor temor se concentra en la recesión, y en el seguro agravamiento que acompañaría a una guerra comercial.

Para evitarla, según informaba ayer el diario Financial Times, el primer ministro británico, John Major, y el canciller alemán, Helmut Kohl, mantuvieron el viernes una conversación telefónica para ponerse de acuerdo en las vías para salir de la crisis. Major también se reunió con Jacques Delors, para declarar de forma conjunta que hay que hacer todo lo posible para evitar una guerra comercial.

Esta guerra implicaría la ruptura del objetivo de la Ronda Uruguay y del propio GATT. La Ronda, que debía haber concluido en diciembre de 1990, tiene como objetivo liberalizar el comercio internacional -de productos agrícolas, industriales y servicios- y acordar unas reglas de juego estables, y unas sanciones para quienes las incumplan. Por ejemplo, en rondas anteriores se acordó que ningún país puede imponer sanciones unilaterales a otro, tal y como EE UU ha anunciado que hará con la Comunidad Europea, si no cuenta con el respaldo del Consejo del GATT. Y ese consejo rechazó, en la noche del miércoles, tal autorización al vetarlo la CE. Es decir, las sanciones con las que EE UU pretende impulsar las negociaciones son, en primer término, contrarias a las normas del propio Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio.

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