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El socio bávaro de Kohl se niega a secundar una marcha antinazi

Theo Waigel, ministro de Hacienda alemán y presidente la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) abrió ayer en Núremberg el 56º congreso de este partido, que forma parte de la coalición gobernante en Bonn. Waigel apoyó incondicionalmente la decisión del número dos de la CSU, el presidente de Baviera Max Streibl, de no acudir a la manifestación contra el racismo y la violencia neonazi que se celebrará el próximo domingo en Berlín, encabezada por el presidente federal Richard von Welzsäcker, se rompe así el carácter unitario que pretendía tener la marcha.Para Waigel y Streibl, la manifestación no tiene sentido mientras la oposición socialdemócrata bloquee el cambio del artículo 16 de la Constitución que regula el derecho de asilo. Streibl, quien dijo que la manifestación está organizada "por la izquierda populista", indicó: "No puedo participar junto a aquellos que nos impiden arreglar las cosas como se arreglarían en un Estado constitucional".

Europa, despreciada

Para Waigel, la convocatoria del domingo "no sirve para ningún extranjero y no impresionará a ningún cabeza rapada". "Es mejor", dijo, "proteger la ley con actuaciones que con manifestaciones". El congreso de la CSU tiene dos temas principales: el mencionado derecho de asilo y la política europea, aunque, al igual que sucedió con su partido hermano, la CDU del canciller Kohl, lo más probable es que el tema comunitario no tenga relevancia. El problema de los conservadores bávaros, mucho más a la derecha que sus parientes democristianos, es que su conservadurismo no basta en estos momentos. Las encuestas conceden en Baviera un apoyo superior al 10% al partido Republikaner, de Franz Schönhuber, por lo que su presencia en el Gobierno, parece deteriorar su base electoral.Su mayor problema, sin embargo, es consecuencia de la unificación alemana. Para mantener su independencia como partido y no pasar a ser una simple delegación regional de la CDU, los socialcristianos bávaros se ven obligados a obtener por lo menos el 40% de los votos en Baviera para no quedar bajo la línea del 5% necesario a nivel nacional para tener representación parlamentaria.

Durante la jornada de hoy tendrá lugar el discurso del canciller Helmut Kohl y se espera que en su intervención disipe los temores de la eventualidad de una futura gran coalición entre democristianos y socialdemócratas, que dejara fuera a la CSU.

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