El eclecticismo como escudo
La manera en que toca Kenny Garrett el saxo resulta original en gran parte porque sus modelos no han sido saxos altos, o al menos no los saxos altos típicos. Ya es raro, por ejemplo, que no acuse el mastodóntico influjo de Charlie Parker. Todavía sin el amparo de un concepto claro, Garrett es un músico que esgrime el eclecticismo como escudo.Garrett visitaba ayer Madrid por primera vez como líder para apoyar el lanzamiento de su disco Black hope. Los arreglos del directo variaron con respecto a la grabación y el talento de los músicos participantes tampoco podían compararse, por lo que tuvo que irse hacia adelante y oficiar de protagonista único. Le fue bien el papel. Sacó genio y repitió en las piezas rápidas esos solos volcánicos que hacía en el grupo de Miles. Lástima que cuando los ritmos se reposaban era para ceder el paso a baladas empalagosas y algo aburridas, pobres vehículos para lucir su bonito sonido. Por fortuna, también hizo buen bop, de los noventa en Computer G, recordó a Miles en un sentido Tutu, y extrajo toda la belleza de Spanish-goround, una melodía triste y evocadora. En su afán de tocar todos los palillos hasta hizo sus pinitos sin demasiada convicción en un rap algo soso, antes de despedirse con una entretenida pieza de aires Junky titulada Bone bop. Sus acompañantes se limitaron a cumplir con absoluta discreción.
Kenny Garrett Sextet
Kenny Garrett (saxos alto y soprano), Mark Templeton (piano y teclados), Etienne Stadwisk (teclados), Nat Reeves (contrabajo y bajo eléctrico), Ricky Wellman (batería) y Rudy Bird (percusión). Carpa de Conde Duque. Madrid, 6 de noviembre.
Babelia
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