Los demócratas conservan el control del Congreso
El presidente Bill Clinton contará durante los dos primeros años de su mandato -en 1994 se vuelve a renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y otro tercio del Senado- con cómodas mayorías de su partido en las dos Cámaras que forman el Congreso de Estados Unidos. En el Senado, los demócratas mantienen una relación de 58 a 42 escaños con el Partido Republicano, lo que supone ganar un escaño respecto de los que tenía en la anterior legislatura.La principal novedad de las elecciones al Senado fueron las victorias conseguidas por cinco mujeres, todas ellas demócratas y entre ellas la primera mujer negra que entrará en la Cámara alta de Estados Unidos como senadora por Illinois. En California, uno de los feudos republicanos durante los reaganomics, los dos puestos de senador que corresponden al Estado estarán ocupados por dos mujeres demócratas, un hecho sin precedentes en la historia de este país.
El Partido Demócrata no alcanzó por dos senadores su objetivo de conseguir 60 escaños, mayoría cualificada que desbloquea cualquier maniobra de la oposición republicana destinada a boicotear un debate parlamentario.
En la Cámara de Representantes, el Partido Republicano registró un ligero avance al conseguir ocho escaños más que en la anterior legislatura. Sin embargo queda lejos de inquietar la mayoría demócrata. El resultado final es de 260 escaños para los demócratas y 174 para los republicanos. El escaño que falta -la cámara baja tiene 435 escaños-, corresponde a Bernie Sanders del Estado de Vermont, el único socialista del Congreso de Estados Unidos.
La principal novedad de la Cámara de Representantes es el elevado número de nuevos diputados, 105, que estarán en esta legislatura. Ello se debe a que 81 diputados no se presentaron a la reelección y 24 perdieron sus puestos en favor de los aspirantes. El relevo generacional en este cambio de personas se espera que tenga también un reflejo en el comportamientos de los nuevos legisladores de EE UU.El éxito de las minoríasLa mayoría demócrata también ha registrado algunos cambios en su propia composición. Así, la próxima Cámara baja contará con más mujeres, negros e hispanos que en cualquier otra legislatura. Ello parece ser el resultado de lo que Bill Clinton gusta enllamar "nuevo partido demócrata", mucho más centrado, que ha conseguido reagrupar en el partido a amplios sectores sociales, muchos de ellos ajenos hasta ahora a la política.
El aumento en la participación de las minoría negra en estas elecciones, que en una abrumadora mayoría votó al Partido Demócrata, ha supuesto también un éxito personal para Jesse Jackson, el líder negro que va a ver reforzada su posición en la política de Estados Unidos. Jackson encabeza el ala más socialdemócrata del partido.
En general se puede decir que Clinton y su partido han recibido el apoyo de la sociedad urbana, industrial e interracial de Estados Unidos mientras que Bush y el Partido Republicano recogieron los votos de una sociedad predominantemente rural, blanca y protestante.
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