Más de 300 muertos en violentos combates en Luanda

La capital angoleña, Luanda, es desde el jueves escenario de violentos combates entre los hombres de la Unión para la Independencia Total de Angola (UNITA), dirigida por Jonás Savimbi, y las fuerzas del Gobierno del presidente José Eduardo dos Santos. Hay noticias de enfrentamientos en casi todo el país. En Luanda, el número de muertos asciende ya a más de 300, según la agencia de noticias portuguesa Lusa. La citada agencia informó anoche que el Gobierno, del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), y la guerrilla de UNITA habían alcanzado un acuerdo de alto el fuego. La colonia española, integrada por 185 personas, se halla sana y salva, pero el Gobierno prepara su evacuación.

Países como Portugal y Brasil han tomado ya medidas para evacuar a sus nacionales. La compañía aérea Varig tiene previstos cinco vuelos en las próximas 24 horas para transportar cerca de 2.000 brasileños. Portugal tiene dos aviones militares Hércules C-130 en Santo Tomé, a dos horas de vuelo de Luanda, con destacamentos de paracaidistas dispuestos a ocupar el aeropuerto de la capital y permitir la realización de un puente aéreo. Más de 600 extranjeros, entre ellos 200 surafricanos, están concentrados en los sótanos del aeropuerto de Luanda, que se encuentra cerrado al tráfico civil.Un portavoz de la Oficina de Información Diplomática señaló anoche a este diario que el Gobierno prepara un plan de evacuación de los 185 españoles residentes en Angola. La colonia está integrada por 120 religiosos, 60 civiles y cinco militares que forman parte de las fuerzas de pacificación de la ONU. El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, manifestó anoche en Madrid que los militares habían iniciado ya el viaje de regreso. La evacuación de los españoles se llevaría a cabo o bien en los aviones portugueses o bien en aparatos que enviaría el propio Gobierno español, según el portavoz de la OID.

Ayer, la capital angoleña era una ciudad totalmente paralizada, con las calles desiertas. Se registró fuego cruzado de morteros y armas automáticas en toda la parte baja de la ciudad, donde se encuentran los grandes hoteles y también la Embajada de España. El hotel Turismo, que fue sede principal de la UNITA durante la campaña electoral, estaba en llamas, pero elementos del movimiento de Jonas Savimbi continuaban resistiendo dentro del establecimiento. Lo mismo ocurría en el barrio de Miramar, donde están situadas las residencias de los líderes de la UNITA que no consiguieron escapar de la capital para unirse a Jonas Savimbi y su Estado Mayor, instalados en la ciudad de Huambo, a unos 400 kilómetros al este de Luanda.

La radio nacional de Angola emite únicamente música y llamamientos a la población para que permanezca en sus casas. La radio de la UNITA dejó de emitir el viernes desde Luanda, pero las emisiones de la Voz del Gallo Negro se siguen escuchando desde el cuartel general de la UNITA. El movimiento de Savimbi sigue afirmando que ganó las elecciones del 29 y 30 de septiembre y que el MPLA, partido gubernamental, robó los votos.

Única fuente informativa

La televisión angoleña sólo se ve a través de las retransmisiones hechas por la televisión portuguesa RTP y constituye la única fuente de información permanente sobre lo que está ocurriendo en todo el país. Según una fuente del Gobierno de Luanda, las fuerzas gubernamentales controlan la situación en la capital y esperan restablecer el orden dentro de dos o tres días, pero en el resto del país la situación es confusa y observadores militares de las Naciones Unidas calculan que serán necesarias semanas o tal vez meses para desalojar a los elementos armados de la UNITA de todas las posiciones que ocuparon en los últimos diez días.

El presidente de la Organización para la Unidad Africana, Abdou Diouf, hizo ayer un llamamiento desde Dakar, capital de Senegal, a los dirigentes angoleños para que cesen los enfrentamientos fraticidas que "ponen en peligro el futuro de la democracia pluralista en Angola".

Cerca de 25.000 combatientes de la UNITA, que no entregaron sus armas ni se presentaron a los centros de acantonamiento organizados por las Naciones Unidas han ocupado decenas de localidades de norte a sur del país y han abierto un pasillo de este a oeste de la frontera del Zaire hasta el puerto de Benguela, en la costa del Atlántico.

Sin embargo, ninguna capital de provincia ha sido ocupada por los elementos sublevados y el embajador portugués, Antonio Monteiro, dijo que la situación "es preocupante, pero no desesperada; no se puede hablar todavía de un reinicio de la guerra".

La comisión conjunta político-militar encargada de supervisar los acuerdos de paz de mayo de 1991 volvió a reunirse en Luanda el sábado por primera vez desde las elecciones, y la ONU ha decidido prorrogar hasta finales de noviembre el mandato de los 900 cascos azules que están en Angola.