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La lucha contra el sida y la reconciliación racial, galardonadas con los Premios Príncipe de Asturias

La lucha solidaria de la humanidad contra el sida, encarnada por la actriz norteamericana Elizabeth Taylor, y la reconciliación interracial, en cualquier país o región, personificada en un premio que galardona por igual al presidente del Congreso Nacional Africano, Nelson -Mandela, y al presidente de Suráfrica, Frederick de Klerk, fueron los dos aldabonazos al sentir universal que ayer la Fundación Príncipe de Asturias hizo trascender desde el teatro Campoamor, de Oviedo, durante el acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias en su 12ª edición. El heredero de la Corona, don Felipe de Borbón, al que acompañaba su madre, la reina doña Sofía, presidió el acto.

La exaltación de la palabra concordia, que da nombre al premio que ayer le fue entregado a la Fundación Americana para la Investigación sobre el Sida (AmFAR), fue uno de los ejes vertebradores del arabista Emilio García Gómez en su discurso de salutación en nombre de todos los premiados, "ahora", dijo, que "el novilísimo vocablo paz se cotiza a la baja". "En las sílabas de concordia", señaló, "late, además, el corazón, sede del amor y el más noble de los órganos humanos".La actriz Elizabeth Taylor, presidenta fundadora de AmFAR, pidió "un mundo más libre y tolerante para todos aquellos que padecen el sida, sin prejuicios ni desesperanzas". En una intervención cargada de emoción, y no exenta en algún momento de patetismo, la actriz -que hizo su entrada al teatro del brazo de Mandela- aseguró estar en Oviedo "para alentar una cooperación aún mayor entre nuestras naciones". "El sida sólo podrá ser vencido", añadió, "mediante una efectiva cooperación internacional".

"No he visto nada más hermoso ni más valiente", agregó, "que el invencible espíritu y la valentía de aquellos que luchan por su vida.. Lo que me ha horrorizado, más que ninguna otra cosa, han sido los prejuicios y la violencia con que se les discriminaba. Las personas aquejadas por el sida no son nuestros enemigos. Todos los enfermos son nuestros hijos. No se quiere hablar de esta enfermedad., Es un tabú. Pero no podemos perder más tiempo. Si no cambiamos pronto este estado de cosas, el futuro del mundo se volverá oscuro y todos tendremos las manos manchadas de sangre".

Taylor: "No hay tiempo"

Taylor dijo también: "No queda tiempo para sermones moralistas. La distribución gratuita de preservativos y de jeringuillas desechables evitan nuevos contagios. No hay elección moral. Ayúdenme, pero ayúdenme ahora".

Mathilde Krim y Mervyn Silverman, dirigentes de AmFAR, afirmaron en una mesa redonda celebrada ayer en Oviedo que "el compromiso social ante el sida es una metáfora de los problemas sociales a que se enfrenta el mundo". Ambos coincidieron en que "el sida no nos dejará que sigamos ignorando el problema, que afecta a un grupo social muy significativo de nuestra sociedad, y nos obligará", dijeron, "a enfrentarnos a él".

El doctor Nelsol Mandela, líder del Congreso Nacional Africano, protagonizó otro de los momentos más emotivos del acto. La costumbre es que los premios compartidos sean recogidos conjuntamente por los dos galardonados. Al no asistir DeKlerk, Mandela lo recogió solo, pero se dirigió hacia Frederick G. Conradie, embajador surafricano en España que recogió el premio concedido a De Klerk y estrechó su mano, instante en que se produjo el más largo e intenso aplauso.

En su intervención, Mandela hizo un llamamiento a la descolonización y a que se ponga fin a la "opresión" entre naciones, así como a las "graves violaciones de los derechos humanos" y al "mayor de todos los crímenes, el genocidio". También pidió mecanismos internacionales "para asegurar que los recursos limitados de nuestro planeta no sean agotados" y denunció "la situación de muchas partes del continente africano", que "no pueden describirse más que como calamitosas". "El espectro del hambre, la inanición, la violencia y las enfermedades como el sida, se ciernen sobre nosotros", manifestó.

"La inmensa desigualdad de nuestro planeta", señaló Mandela, "es peligrosa, injusta y desestabilizadora. El debate Norte-Sur debe renovarse".

Mandela rindió su tributo, dijo, "a la comunidad internacional por su contribución a la lucha contra el racismo y el apartheid'. Por su parte, el embajador surafricano en España, Frederick G. Conradie, transmitió, en nombre del presidente de su país, Frederick De Clerk, el compromiso de ','lograr la paz, la estabilidad, la prosperidad económica y un sistema político justo".

Previamente, el presidente de la fundación Príncipe de Asturias, Plácido Arango, resaltó la importancia cultural de los premios, que extienden "cada año su mensaje por todo el mundo", dijo durante su discurso de salutación.

Tres detenidos

Tres trabajadores de Ensidesa fueron detenidos por la policía en los alrededores del Teatro Campoamor, tras protagonizar, junto a varias decenas de compañeros, una manifestación de protesta en contra del plan de reconversión de la siderurgia. Se produjeron algunos contusionados.

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