De la metafísica a la negociación
El autor señala que el mayor error de este Gobierno en las dos últimas legislaturas ha sido la falta de negociación. Ahora, agrega, esa negociación con los agentes sociales es imprescindible para ampliar el Estado social y democrático de derecho.
La crisis económica, internacional y española, es hoy obvia. Sin negar la interrelación cada vez más evidente entre la situación económica internacional y la española, no todos los males de la situación española son achacables al debe de la evolución económica internacional. Los resultados de diez años de la contumaz política económica del PSOE, están ahí, son palpables.Una política que comenzó mediante un brutal impulso de reconversión industrial -liquidándose sin sustitución o reciclaje importantes sectores industriales-, siguió con una dura flexibilización y precarización del mercado laboral, y culminó en un recorte de la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional (82-85).
Una política que siguió (86-91) apostando por una propuesta centrada en la liberalización financiera, la convergencia nominal con los indicadores económicos europeos e internacionales, en altos tipos de interés, en una fortísima restricción monetaria, en una ausencia gravísima de política industrial y en una nula efectividad en la reducción del paro. En este período 86-91, el crecimiento económico ha sido intenso, superior a la media CE y ha propiciado la comisión por el PSOE de dos grandes errores. Uno político, la ruptura y enfrentamiento con los sindicatos UGT / CC OO. Otro económico, la no regeneración de tejido industrial. Todo se ha fiado a las finanzas y a los servicios, nada a la industria.
Una política económica que aparece hoy clamorosamente desarbolada. En los dos últimos años (91-92) cuatro propuestas presupuestarias y de escenario macroeconómico se han venido abajo. Tras la reciente presentación del Plan de Convergencia, éste luce hoy desacreditado en cada una de sus previsiones macroeconómicas (tasa de crecimiento, formación bruta de capital, etcétera, etcétera).
Entramos pues en una etapa de estancamiento económico, de aumento del paro, de desinversión, agravada por una balanza comercial y por cuenta corriente negativa, unos altos tipos de interés y una inflación que no baja.
En estas circunstancias, de crisis seria, cada uno debe hacer frente a sus responsabilidades. El Gobierno, los agentes sociales, la oposición política. No se trata ahora de entrar en una gestión compartida de la crisis que sólo re parta cargas a los recién llegados, mientras reservó las mieles del alegre crecimiento para un Gobierno altivo e incapaz de negociar casi nada con casi nadie. Ni con los sindicatos, ni con la oposición, ni con su propio partido, sí mucho se apura.
En efecto, el mayor error de este Gobierno durante las dos últimas legislaturas ha sido, en el plano político, la ausencia de negociación. Y en cambio, ahí está una d e las claves para construir una salida a la situación actual. La otra clave implicaría lógicamente diseñar una nueva política económica. Ahora bien, la negociación con los agentes sociales es hoy ya clamorosamente imprescindible. Hay que cerrar cinco años de ignorancia y mutua incomunicación. Es necesario apostar por una ampliación del Estado social y democrático de derecho como proclama el artículo 1 de la CE. Esta ampliación del Estado social deberá ser concreta, posible y no retórica.
Acuerdo social
La siguiente enumeración es pues una llamada a la negociación y al acuerdo social.
1. Se debe ampliar el control, la participación y la corresponsabilización de los sindicatos y los empresarios en la S. S. Para ello, los actuales consejos consultivos del INS, INSALUD e INSERSO deberían convertirse en auténticos consejos de administración del sistema de la S. S. Esta es la situación en Francia, el Reino Unido, Alemania y no resulta de recibo mantener el tratamiento de apestados al que la Administración del PSOE ha sometido a sindicatos y patronal respecto del control de la gestión de la S. S.
2. La culminación de la reforma del INEM debe incluir dos ideas capitales. Descentralización autonómica y participación sindical en la gestión para mejorar implementación de las políticas de formación profesional y de erradicación del fraude.
3. El Consejo Económico y Social debería entrar inmediatamente en funcionamiento. Cualquier demora, a estas alturas, es un colosal error político.
4. Los acuerdos sobre Formación Profesional y Ley de Salud Laboral deben ser inmediatamente instrumentados. Uno, directamente con los sindicatos, el otro mediante un rápido pero serio paso por las cámaras legislativas. Aquí también cualquier nueva demora está a todas luces injustificada.
5. Debe lograrse la delimitación y fortalecimiento de un sector público eficiente y generador de plusvalías al Estado además de inductor positivo para la economía española. La corporación bancaria pública -Argentaria-, por un lado; Repsol, Endesa y otras empresas del grupo TENEO (subsector con beneficios del INI), por otro, pueden y deben ampliar su accionariado privado siempre y cuando se garantice por ley la titularidad mayoritaria del sector público en cada una de ellas. (Hoy mediante simple acuerdo del Consejo de Ministros se puede perder la titularidad pública de estas empresas).
6. Debe instrumentarse un plan de reindustrialización que apueste claramente por los sectores con más futuro tecnológico y con mayor capacidad competitiva para permitir en el medio plazo una capacidad productiva española capaz de dar la vuelta al crónico y alarmante déficit comercial que venimos padeciendo desde 1986. Esta política induciría una clara recuperación de la producción de empleo.
Estas son algunas propuestas concretas para ampliar el marco de la corresponsabilización, no en la gestión de una crisis que tiene un responsable, el Gobierno, y una causa, la política económica practicada, sino en la construcción y conducción futura de un Estado más social, más democrático, más de derecho como nos recuerda la CE. La negociación para ampliar las bases democráticas y sociales de un estado es siempre necesaria, pero en tiempos duros, de crisis, se convierte en imprescindible. No es toda la solución pero es una parte esencial de la misma. Es necesario pasar de la metafísica a la negociación.
es portavoz adjunto de IU-IC.
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