Variado maratón
Un maratón musical con motivo del Festival Rock Madrid se celebró el sábado en el Pabellón de Deportes del Real Madrid. La iniciativa pretendía mostrar al público madrileño las diferentes vertientes que ha tomado la música hecha por bandas aparecidas en los últimos años. Comenzó el festival en la sala Revólver, el día 22 de octubre, con una fiesta en la que se incluían dos conciertos: los noveles Visitantes y Hamlet, como grupo sorpresa y sorprendente. El viernes, el festival continuó su recorrido en la misma sala con otras dos formaciones: All y Corazones Negros.En el pabellón se sirvió el plato fuerte del festival: seis grupos se dieron cita sobre su escenario. Sólo dos de ellos pertenecían al territorio nacional, Los Romeos y Seguridad Social.
Festival Rock Madrid
Los Romeos, Seguridad Social, Manic Street Preachers, Ride, Ems y De Sarm. Pabellón de Deportes del Real Madrid. Sábado 24 de octubre a las 19.00. Entradas: 2.800 pesetas.
A las siete en punto, Los Romeos subieron al escenario con un público que en ningún momento de la noche llenó el recinto. El ser los primeros en actuar no les ayudó, y comenzaron su recital con un sonido bastante potente de nivel, pero demasiado precario en cuanto a calidad. El pabellón se quedó frío, a pesar de la entrega de esta banda de Castellón, y, en particular, de su solista, Patricia Fernández, que supo mostrar una imagen atrayente, con una voz correcta.
Seguridad Social son un poquito mejores cada día. Su calidad, imaginación, fuerza y profesionalidad consiguieron el más difícil todavía, porque José Manuel Casañ sabe perfectamente cómo realizar un directo intenso, a pesar de tener el tiempo contado. Sólo media hora para la banda que mejor se portó en esta noche de sábado.
Los ingleses
Punto y aparte. Llegaron los ingleses: los esperados Manic Street Preachers pusieron el desorden sobre el escenario. Desorden musical, desorden de ideas y sobre todo mucho ruido. Nada claro en su actuación. Como músicos demostraron que saben muy bien hacer atronar sus instrumentos, y, aunque sus antecedentes tenían abiertas sin condiciones las puertas del interés, llegaron, tocaron y se marcharon.Ride y Ems. Ride, sobre la misma base que Ems, los efectos al servicio de la sicodelia, presentaron una cara más lírica y cálida del sonido imperante en las bandas anglosajonas. Ems se sumergió directamente en su música espesa y oscura. La repetición fue su mejor arma y dispararon continuamente con la misma munición.
Algo más ligeros fueron De Sarm, que con un planteamiento similar a los anteriores cerraron la noche sin ser capaces de poner patas arriba las casi seis horas del festival.
Pasada la 1.00, el festival cerraría esta edición, de nuevo en la sala Revólver, con la actuación de Moose y Los Elementos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.