Jóvenes cineastas critican en Valencia el desinterés de la Administración

Cineastas españoles de la última generación atribuyeron ayer en Valencia la grave crisis de producción que atraviesa el cine español al desinterés de la Administración. La ausencia de inversión por parte de TVE y las condiciones ventajosas que se le ofrecen al cine norteamericano en España fueron las dos acusaciones más repetidas durante una mesa redonda organizada por la Mostra de Cinema del Mediterrani.Eduardo Campoy (1955), que inició su andadura profesional en el campo de la producción y cuya primera película, A solas contigo, fue un éxito de taquilla, culpó a la recesión económica que sufre España de ser la causa principal de la disminución de la producción cinematográfica. Campoy justificó el escaso apoyo que el Estado ofrece al cine en que, "a diferencia de la Expo o los Juegos Olímpicos, no es una actividad políticamente rentable".

Campoy también se lamentó de la obligación que tienen los propietarios de salas de cine de comprar las películas por lotes. El dueño de un cine, a causa de esta situación, si quiere que la distribuidora le deje proyectar un filme que tiene un éxito de público asegurado "debe comprar cuatro o cinco malas películas dé relleno". Campoy fue tajante: "Que se estrenen las 10 buenas películas estadounidenses que llegan a España todos los años, pero no las 40 películas infumables que las acompañan".

Paco Periñán (1951), autor de un único largometraje, Contra el viento, reclamó el apoyo de las televisiones al cine español, a través de la financiación y de la promoción. Periñán, tras afirmar que la inversión de TVE en el cine "está prácticamente paralizada" desde hace dos años, mostró su incomprensión ante el hecho de que el Ente Público no promocione las películas españolas "si dentro de dos años las van a programar". Periñán añadió que la situación es paradójica cuando "los índices de audiencia de las películas españolas que pasan por televisión son similares a los de las norteamericanas"

El director de Contra el viento abogó por el modelo francés como una solución para la crisis del cine español, señalando la necesidad de que haya deducciones fiscales para las inversiones en cine, a fin de que, "tras la creación de sociedades de capital-riesgo, la banca española ponga dinero".

Juanma Bajo Ulloa (1967), autor de Alas de mariposa (1991), estableció la "diferencia" entre su generación y la anterior en que "proceden" de lenguajes artísticos distintos. "La nueva generación introduce más ritmo y más emoción en sus películas", concluyó el joven director.