Una parcial odisea
Formada por un total de 70 piezas, la muestra, que ha contado con la colaboración de museos como el Stedelijk Museum de Amsterdam, el Van Abbemuseum de Eindhoven, el Museum Boymans-van-Beuningen de Rotterdam o el Haags Gemeentemuseum de La Haya, entre otros, y algunos coleccionistas particulares, aspira a ser un repaso general de lo que han sido los momentos clave de la abstracción pictórica en los Países Bajos -con especial y casi entera incidencia en el fenómeno artístico neerlandés- a lo largo de este siglo.Un repaso, de entrada, casi imperiosamente somero ante lo ingente del empeño éste que nos propone la comisaria del evento, Annemieke van de Pas, si se concede lo dificultoso que resulta el conjugar individualidades con líneas maestras contextuales, ejemplos puntuales con movimientos que, como habitualmente sucede, acostumbran a ser un algo más superior a la suma de las partes, los artistas, que los integran. También, ante lo no menos extenso, complejo e intrincado en sí mismo del hecho creativo en una zona de como la de los Países Bajos, área de encrucijadas de lo propio, lo germánico, lo franco y lo anglosajón, segundo corazón parisiense de la vieja Europa.
Momentos de abstracción
Países Bajos. 17 pintores.Palau de la Virreina. Rambla, 99. Barcelona. Hasta el 27 de diciembre.
Pero, hecha esta salvedad, mucho es lo que de bueno nos depara esta exposición, en especial si se considera lo escasamente versado que el público español se encuentra en esta específica materia que es la historia pintada de la abstracción por aquellos pagos. Unos momentos de abstracción -que no siempre lo son, en el sentido estricto y ambiguo de la palabra, pues abunda entre los seleccionados ese sentimiento de dependencia de la naturaleza y del paisaje, tan del talante específico holandés, tan vangoghiano y mondrianesco al tiempo- que aquí se inauguran con la que fue la primera composición abstracta de Mondrian: Damero, colores oscuros (1919).
Vía analítica
La influencia de la obra de este artista, co-creador, junto con Van Doesburg, Van der Leck y otros, de De stijl, es tan notable en las promociones posteriores -en la exposición se observa claramente- que bien puede hablarse de ella como de una "vía analítica" cuya indeleble huella pervive en los más recientes creadores holandeses.Entre éstos sobresalen, en mi opinión, los hermosos y casi minimalistas avant la lettre trabajos del extraño Ad Dekkeers (19381974), o los del inquieto investigador P. Struycken (1939), un temprano creador en la línea de lo que hoy llamaríamos multimedia, cuyas estructuras , generadas por ordenador, en especial las de blanco y negro, son de lo más destacable de la muestra, muy interesante para el público aunque desigual y parcial en los ejemplos escogidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.