Varios sectores piden a Economía un acuerdo similar al logrado por la banca para soportar la devaluación
Las empresas constructoras y de otros sectores con fuerte endeudamiento exterior, como las eléctricas y las concesionarias de autopistas, negocian con la Administración fórmulas de flexibilidad para aplazar contablemente durante varios años los efectos negativos de la devaluación de la peseta. Mientras, el Banco de España ha cedido en parte a las peticiones de bancos y cajas de ahorro de flexibilizar los plazos para realizar dotaciones por las pérdidas en deuda, acontecidas a raíz de la tormenta monetaria. La autoridad monetaria ha redactado una circular por la que exime de provisión los valores con vencimiento superior a dos años y permite dotar esas pérdidas con cargo a recursos propios de forma aplazada.
Empresas privadas y públicas y entidades financieras están intentando evitar que la devaluación de la peseta y sus efectos sobre el mercado de deuda pública pongan en peligro sus cuentas de resultados de este año.Mientras que los sectores eléctrico, construcción, autopistas y otros con fuerte nivel de endeudamiento en el exterior, mantienen unas duras negociaciones con el Ministerio de Economía y Hacienda, bancos y cajas de ahorro han conseguido ya llegar a un acuerdo con el Banco de España.
Paralelamente a esta negociación de la banca con el Banco de España, otros muchos sectores empresariales han mantenido conversaciones con la Administración para, evitar que la devaluación de la peseta que se decidió el pasado 18 de septiembre, les recorte en exceso sus cuentas de resultados.
En este caso, el problema es también contable, ya que las compañías eléctricas, constructoras, de autopistas, comunicaciones as¡ como otros sectores que tradicionalmente se endeudan en divisas, tendrán que provisionar las pérdidas originadas por el mayor coste de esta deuda.
Solamente las eléctricas se verán afectadas en más de 90.000 millones de pesetas, a los que hay que añadir entre 15.000 y 20.000 en la Compañía Telefónica, y otras cantidades no evaluadas en Repsol, y diversas empresas de otros sectores.
Inicialmente, las eléctricas solicitaron al Ministerio de Industria y Energía poder repercutir ese coste -unidos a las pérdidas por la sequía y el descenso del consumo-, en la subida de tarifas de 1993. Sin embargo, al recibir la negativa de Industria, iniciaron negociaciones con Hacienda para intentar periodificar durante varios ejercicios las provisiones. Lo mismo sucede co n el resto de los sectores afectados.
Ya a mediados de los ochenta, un buen número de empresas españolas se vieron tremendamente afectadas por la subida del dólar frente a la peseta -en 1985 llegó a cotizarse a 190 pesetas dólar- y la Administración tuvo que instrumentar medidas para evitar el descalabro de muchas de ellas.
Acuerdo con la banca
Según los datos- del Banco de España, hasta el mes de junio, el endeudamiento exterior de las empresas había aumentado en 15.052 millones de dólares desde principio de año -un 3,60/6-, alcanzando la cifra de 58.376 millones de dólares (unos 5,9 billones de pesetas). Del total, el endeudamiento de las empresas públicas representaba algo menos del 4% (15.1077 millones de dólares). El resto, 43.299 millones de dólares correspondía a empresas privadas, especialmente a las eléctricas y autopistas.
Por lo que se refiere a los bancos y las cajas de ahorro, después, de dos semanas de contactos y negociaciones, la autoridad monetaria envió el pasado viernes a las entidades financieras un borrador de circular, con el que pretende limitar los efectos de la caída del mercado de deuda pública' sobre los balances de bancos y cajas de ahorro. El Banco, de España ha cedido en parte a las peticiones a cambio de un cierto compromiso de la banca de moderar sus beneficios contables correspondientes a este ejercicio.
El problema con el que se han encontrado bancos y cajas, nace de la última modificación de la contabilidad bancaria -que se llevó a cabo la pasada primavera-, que obliga a valorar al final cada trimestre la cartera de valores de las entidades financieras al precio de la fecha.
La caída del mercado de deuda pública durante el mes de septiembre y lo que va de octubre, obligaría a estas entidades a realizar dotaciones superiores al medio billón de pesetas, por las minusvalías derivadas de esa caída de los precios. Las cuentas de resultados de bancos y cajas sufrirían de esta forma un duro quebranto, al coincidir el cierre trimestral con el final del ejercicio de 1992.
Ante esta situación, la Asociación Española de Banca Privada (AEB) y la Conferedación Española de Cajas de Ahorros (CECA) se dirigieron a la autoridad monetaria para pedir una flexibilidad en esos criterios contables.
El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, recibió personalmente las opiniones de los banqueros el 5 de octubre, cuando les citó para informarles de los cambios en la circular sobre restricciones de determinadas operaciones en divisas.
A partir de ese momento se inició una negociación entre ambas partes, en la que ha estado latente la amenaza de una venta masiva de los valores de deuda pública, por parte de bancos y cajas, para poder realizar pérdidas y deducirlas fiscalmente en el Impuesto sobre Sociedades.
Con ello podrían amortiguar en parte el efecto de una provisión millonaria. Sin embargo, las conversaciones han concluido con éxito, debido a que ambas partes han cedido.
Efecto retroactivo
La nueva normativa entrará en vigor una vez que se publique en el Boletín Oficial del Estado y con efecto retroactivo del balance del mes de septiembre.
La nueva circular mantiene las obligaciones de contabilizar trimestralmente las plusvalías o minusvalías de las carteras de valores, pero abre la posibilidad de que los valores de renta fija cotizados en mercados secundarios -bonos y obligaciones del Estado y obligaciones de otras entidades públicas o privadas- con un vencimiento residual superior a, dos años, "podrá adeudarse a la cuenta de pérdidas y ganancias sólo la parte proporcional de la dotación que corresponda a dicho periodo de dos años, registrándose el resto en otras periodificaciones".
Quiere esto decir que bancos y cajas solamente tendrán que dotar las minusvalías correspondientes a títulos de renta rija cuya vida sea inferior a los dos años.
Para las de mayor periodo de vencimiento, se aplicará un criterio contable diferente, a través de una cuenta de periodificación, que se revisará trimestralmente.
Como una fórmula para curarse en salud, el Banco de España incluye en la norma segunda de la circular la obligación de deducir de los recursos propios la dotación registrada en la cuenta de otras periodificaciones.
Con ello, se asegura el mantenimiento de los niveles de solvencia de bancos y, cajas de ahorro.
La deuda exterior supera a las reservas por vez primera desde 1987
Por primera vez desde 1987, el nivel del endeudamiento exterior de España superó al de las reservas exteriores de oro y divisas en junio. En ese mes, la deuda exterior se situó en 73.894 millones de dólares (unos 7,5 billones de pesetas), frente a una reservas de 72.369 millones de dólares. Además, ésta última partida ha caído desde junio hasta septiembre en cerca de 13.000 millones de dólares, situándose en 59.600 millones.Fuentes oficiales restaron importancia a este hecho, ya que "el nivel de reservas es más que suficiente para afrontar nuestras obligaciones". Destacaron, sin embargo, el efecto que podría tener el aumento del endeudamiento en lo que va de año -más de 17.500 millones de dólares-, sobre las empresas e instituciones que han recibido esos créditos. En lo que va de año, la peseta se ha depreciado un 8,9% frente al dólar, un 11,16% frente al marco y un 12,3% frente al yen.
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