Martínez Noval acusa a Cuevas y Aznar de hacer propaganda de los sistemas privados de pensiones

El ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, negó ayer cualquier verosimilitud a "las somas de duda" que sobre el sistema público de Seguridad Social están vertiendo el presidente del Partido Popular, José María Aznar, y el líder de la patronal, José María Cuevas. Noval afirmó que ninguno de los dos ha dado argumentos técnicos ni convincentes, les acusa de "actuar como propagandistas de los sistemas privados de pensiones".El ministro aseguró que la reforma de las pensiones realizada en 1985 "ha consolidado el sistema" y garantiza su viabilidad a medio plazo sobre bases rigurosos y sólidas. Esta reforma la comparó con la que ahora aplican Italia y Francia. Las afirmaciones de Aznar -"el actual sistema no se sostiene más allá de 97"- y de Cuevas -"hay que organizar el sistema de pensiones"- son para Noval pruebas de que "hay interés en poner sombras de dudas" y "alarmar necesariamente" a los ciudadanos.

El ministro, que fue en su día ponente de la Ley de Fondos de Pensiones, recomienda a los líderes político y patronal que el mejor método para hacer avanzar el sistema de pensiones privas no es atacar al sistema público. "No creo que el aumento del 5% en las cotizaciones lleve a pensar seriamente en un desequilibrio", afirmó.

En cuanto a la revalorización de pensiones del 6,4% atacada duramente también por Cuevas,reiteró sin ningún género de dudas que en 1993 se aplicará el pacto firmado con los sindicatos hace dos años para esta legislatura. ¿Y para la próxima? El ministro no quiso arriesgar qué dirá el programa electoral del PSOE y se limitó a recordar que en las campañas anteriores se hablaba de un aumento de las pensiones según la inflación prevista. En consecuencia, se puede deducir que es difícil que el PSOE mantenga la revalorización de las pensiones según la inflación pasada para años próximos.

Mayor controversia

Toval, que ayer presentó los presupuestos de la Seguridad Social -reconoció que han despertado las mayores controversias de los últimos años"-, no respondió en cambio a los ataques personales que le lanzó el miércoles José María Cuevas, quien sugirió a los gestores del sistema público que se dediquen a otro trabajo. El ministro tan sólo comentó que no quiere entrar en polémicas con el presidente de la patronal "para no arruinar las posibilidades de acuerdo ni entendimiento en el inminente diálogo social".

Sí precisó que los gastos de gestión de la Seguridad Social se van reduciendo cada año y en 1993 serán del 2,7%, frente al 10% que suelen dedicar las empresas privadas o las mutuas patronales.

Fue también discreto a la hora de responder sobre la cifra de morosidad de las empresas y dijo simplemente que en estos momentos se sitúa en "el 7% de los compromisos de las empresas con la Seguridad Social", lo que arroja una cifra en tomo a los 350.0001 millones de pesetas.

Los datos que dio sobre el coste total del aumento de las cotizaciones no coinciden con los ofrecidos por la patronal CEOE -en torno a los 200.000 millones de pesetas- Según Trabajo, el aumento del 0,5% en las cuotas supondrá un total de 84.000 millones de pesetas, y 60.000 millones la eliminación de los topes en los grupos de cotización del 5 al 11, que persiguen establecer una cotización según los salarios reales.

Las bases máximas subirán en 1993 el 6,4% -lo mismo que las pensiones- y las bases mínimas lo harán lo mismo que el aumento que se establezca para el salario mínimo interprofesional.

Equilibrio económico

Con esos incrementos de las aportaciones que compartirán empresas -0,4%- y trabajadores -0,1%-, Trabajo pretende un equilibrio económico financiero para 1993.

El presupuesto total de la Seguridad Social para el próximo año es de nueve billones de pesetas, lo que supone un incremento del 10% en relación al presupuesto inicial de 1992. Los ingresos por cotizaciones representan el 68% (sube el 10,6%) y las transferencias del Estado el 12,7%. En el capítulo de gastos, el 72% (equivale a 6,5 billones de pesetas) se destina a transferencias a las familias, y el volumen mayor, a pensiones (5,3 billones de pesetas), al objeto de atender la cobertura de 6,65 millones de prestaciones previstas para 1993.

El ministro de Trabajo destacó también que los gastos experimentan una fuerte contención en todo lo que no constituye presta ciones directas.