Más dificultades

Las pilas que van en relojes y máquinas fotográficas almacenan pocas dosis de mercurio y casi no son dañinas. Las más peligrosas son las de juguetes y sonotones y el problema que plantean es que se abran y entre en contacto el mercurio que contienen con el agua.Pero la gran dificultad para el ciudadano concienciado no termina con las pilas. Deshacerse de una lavadora, de varios aerosoles, de cajas de medicinas y otros productos químicos en la Comunidad de Madrid es especialmente problemático. Exige trasladarlas a la planta de seguridad que existe en el término municipal de San Fernando de Henares (25.000 habitantes). La Agencia de Medio Ambiente (AMA), organismo integrado en la estructura del Gobierno regional, delega en los ayuntamientos la potestad de recoger estos objetos en las casas del ciudadano.

Si un vecino de la capital llama al teléfono verde de la Comunidad (542 06 06) para que le retiren cualquier objeto, un empleado de la agencia le remitirá al teléfono verde del Ayuntamiento de Madrid, que es el 900 10 20 00.

Entonces se plantearán dos posibilidades para deshacerse de estos productos: esperar la recogida semestral o la que se efectúa a domicilio. Ambas son gratuitas desde abril, pero si el ciudadano concienciado vive en un distrito como Chamartín, donde la recogida semestral se efectuó en junio, deberá esperar 40 días para que se lo retiren a domicilio.

'Puntos limpios'

Los madrileños optan a menudo por tirarlas donde mejor les viene, y de ello hay constancia en los arroyos de: la Casa de Campo. La Agencia de Medio Ambiente asume esta carencia en su servicio, y por ello ha abierto un concurso para que a principios del año próximo se instalen tres puntos limpios en sendas carreteras de Madrid.

Los madrileños podrán deshacerse allí de todo lo que no recoge o no debería recoger (pilas, aerosoles, medicinas ... ) el camión de la basura. Las puntos designados serán las localidades de Torrejón, Majadahonda y Alcorcón.

La compañía adjudicataria del concurso se encargará de quitarle el tóxico freón a las lavadoras y neveras y de trasladar a San Fernando de Henares todos los botes de matamoscas, espumas de afeitar y demás aerosoles.

Incluso los armarios, sillones y colchones serían trasladados desde allí a plantas de reciclaje. Ello cuesta algo más de cien millones de pesetas a la Comunidad, pero forma, parte de lo que el gerente de la. Agencia, Luis Maestre, considera inaplazable.