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LA PRODIGIOSA HERENCIA DE 'LOVE ME DO'

Clásicos populares

En el principio fue la música. Después los números uno, la fama, los millones, la beatlemanía, la sociología de masas y todo lo demás. Los Beatles convirtieron la intuición adolescente en música, y la música, en un fenómeno generacional que traspasó las escasas fronteras en las que Elvis Presley no había conseguido visado.Desde 1956 a 1962, Lennon y McCartney asimilaron los elementos de la música popular norteamericana: blues, rhythm and blues y country. Con la lección bien aprendida, sus primeras composiciones ya marcaron un estilo original con una fórmula musical sencilla. Como tantas otras canciones, She loves you (1963) se basaba en un ritmo binario, escala pentatónica, letra referida al amor adolescente y su grito ritual: "¡Yeah, yeah, yeah!". En Can't buy my love (1963) recorrían los 12 compases tradicionales del blues con el ritmo del rock and roll. La técnica del blues también estaba presente en Do you want to know a secret (1963), y su velocidad en la evolución pronto les permitió sustituir la base del rock (dos guitarras, bajo y batería) por un cuarteto de cuerda, para convertir Yesterday (1965) en la melodía más popular de la década.

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La revolución musical de Los Beatles cumple 30 años

En Rubber soul (1965), los caminos de los cuatro Beatles comenzaron a separarse, y en Revólver (1966), las diferencias estilísticas eran ostensibles. El 29 de agosto de 1966, los Beatles actuaron por última vez en directo en el Candlestick Park de San Francisco. La crisis estaba servida y la imaginación se multiplicó por cuatro, alcanzando su cenit en 1968 con el Álbum blanco. Allí se reunieron el country, el folk, los recuerdos de la India, las baladas sentimentales, Stockhausen...

Pero, en cualquier canción, los textos irónicos y pesimistas de Lennon se complementaban con el lirismo de McCartney y sus dos voces ponían la guinda. No se limitaban a la armonía perfecta de los intervalos de terceras y quintas, sino que se movían sinuosas, recorriendo un laberinto armónico muy difícil de imitar por único. Esta originalidad ha permitido la supervivencia de la música de los Beatles, convirtiéndola en clásica y popular al mismo tiempo, sólo 30 años después de la aparición de Love me do.

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