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CRISIS ECONÓMICA Y MONETARIA

SoIchaga asegura que no hay medidas económicas capaces de evitar la destrucción de empleo

"No exsiten medidas macroeconómicas capaces de evitar el aumento del paro y la destrucción de puestos de trabajo que se produce cuando la economía española crece por debajo del 2,5%", sentenció ayer el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, tras el Consejo de Ministros que aprobó el presupuesto de 1993. Y el crecimiento será claramente inferior a esa barrera en 1993, pues, según Solchaga, "quedará ligeramente por encima del 0,7%".

El panorama de bajo creciminto económico y destruccion de empleo que se prevé para 1993 queda así, según el análisis del titular de Economía, como un factor exógeno, que hay que asumir, "porque la esperada recuperación internacional y nacional no acaba de producirse". Solchaga no precisó las estimaciones exactas del Gobierno pero en los últimos Consejos de Ministros se analizó un escenario con un crecimiento del 0,7% y una cifra de desempleo cercana a los tres millones de parados.Este sombrío panorama mejorará con el tiempo sólo si ahora se toman medidas impopulares que el Gobierno resume con la palabra "esfuerzos". A juicio de Solchaga, "las medidas que se supone existen, de corte keynesiano, producen más daños sobre el empleo y la economía que beneficios", por lo que la solución debe ir en la línea de "esforzarse en reducir desequilibrios y acordar "costes laborales [salarios] modestos".

El "esfuerzo" aprobado ayer por el Ejecutivo es un presupuesto para 1993, que mantiene el objetivo de déficit público marcado por el plan de convergencia, es decir, el 2,6% del PIB (producto interior bruto).

El objetivo de recortar el déficit según el plan de convergencia es, según el ministro, más necesario ahora que nunca "ante la situación de turbulencia monetaria y la puesta en tela de juicio de los objetivos comunitarios". El motivo es que el Gobierno pretende cumplir las condiciones de Maastricht para 1997, por si en esa fecha los países más avanzados deciden poner en marcha la Unión Monetaria con los que puedan sumarse al carro de los ricos.

El presupuesto se ha elaborado, según Solchaga, recortando todo lo recortable. No lo es, y se salva de la tijera, el pago de los intereses de la deuda. Aquí el ministro reconoció que "la acumulación de déficits públicos y de deuda para pagarlos- junto con los altos tipos de interés han obligado a aumentar en 400.000 millones de pesetas la partida para cubrirlos".

El peso de la deuda es tal que "el crecimiento del presupuesto de 1993, en comparación con la previsión de liquidación para fin de año, sería nulo si se exceptúa todo el gasto de intereses".

Al descender a los distintos capítulos presupuestarios, Solchaga afirmó que el Gobierno también mantiene el compromiso del plan de convergencia de evitar los recortes en las inversiones en infraestructuras.

El ministro considera que este compromiso se cumple porque "la inversión en obra civil crecerá el 6,2%, que es el nivel al que se prevé crecerá la economía en términos nominales", es decir, si se tiene en cuenta la inflación. Como en 1992 la obra civil también ha sufrido recortes, el crecimiento de esa inversión en relación a la liquidación prevista para fin de año es del 13,5%. A cambio, la inversión en defensa sufrirá un recorte del 10,7% sobre lo presupuestado.

Ayer mismo los sindicatos UGT, CC OO y CSI-CSIF rechazaron la oferta de incremento salarial del 1,2% para los empleados públicos para 1.993 en una reunión de cuatro horas que mantuvieron con el ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray.

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