La Comisión conforme con el control de divisas en España

La Comisión Europea calificó ayer las medidas de control de cambios introducidas por el Ministerio de Economía para evitar la especulación con moneda extranjera como "compatibles con la legislación comunitaria actualmente en vigor". La nota, de apenas cinco líneas mecanografiadas, es un alarde de laconismo y precisión y no ha sido objeto de ningún comentario por parte de los portavoces de la Comisión. La respuesta se produce después de dos días de silencio respecto a las medidas de restricción del mercado de divisas, que ha sido interpretado en todos los sentidos posibles. De hecho distintas fuentes de la Comisión han realizado comentarios oficiosos radicalmente contradictorios sobre las medidas. Unas fuentes han asegurado que son un retroceso en la marcha hacia el mercado único, que el depósito en divisas en el Banco de España sin intereses tiene escasos visos de legalidad y que podría ser desautorizado por una sentencia del Tribunal Europeo.

Medida ortodoxa

Otras fuentes han indicado, en cambio, que la palabra "compatible", perfectamente ponderada, significa que no tan sólo el levantamiento transitorio de la liberización de cambios es legal, sino que lo es también el depósito. Reconocen unos y otros que en la ortodoxia perfecta el Gobierno español debía haber advertido a la Comisión, pero en tal caso el conocimiento previo de la medida habría producido precisamente el efecto que se quería evitar.

En cualquier caso, unas y otras interpretaciones no cuentan con la autorización del portavoz de la Comisión Europea, Bruno Dethomas, que hizo un solemne toque de silencio sobre los temas monetarios y financieros en su rueda de prensa diaria del pasado jueves.

El mismo jueves, el presidente de la Comisión, Jacques Delors, aseguraba que en las presentes circunstancias "hablar es perjudicial, pero actuar es útil". El toque de silencio fue consecutivo a la aparición de noticias en las que se informaba de una condena del Gobierno español por parte de la Comisión.

La decisión de emitir una nota se ha producido en el momento en que ya son tres los países que han restringido los movimientos de capitales.