Concentración de padres en Málaga contra la escolarización de Montse Sierra

Un centenar de padres de alumnos del colegio concertado San Juan de Dios de la Goleta, de Málaga, se concentró en la mañana de ayer en la zona, en el segundo día de protesta por la escolarización de Montse Sierra, la niña malagueña con sida. Una veintena de policías impidió que éstos cortasen el tráfico como era su propósito. Mientras, en Pontevedra, los padres de los alumnos de un colegio de O Foxo mantuvieron su boiqoteo a un niño supuesto portador del virus.

En Málaga, la mayoría de los padres llevaron ayer a sus hijos al colegio sin que a la entrada de los escolares se originaran incidentes y Montse Sierra se incorporó a clase con normalidad después del recreo, tras ser vacunada contra la varicela en el hospital materno-infantil. Más tarde comenzaron a formarse corrillos formados por padres en los que se podían escuchar disparidad de opiniones en torno a la asistencia de Montse al colegio."Que el Ayuntamiento recoja a todos los niños que tengan ese problema en un camioncito y los lleve a un centro especial", gritaba irascible una madre, a la que una segunda replicaba: "¿Qué quieres que los escondan en un monte? Yo sé que mi hijo no corre peligro". Buena parte de los concentrados no estaban satisfechos con las explicaciones que a última hora de la tarde del miércoles les ofreció un técnico de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía que les habló de la imposibilidad de un contagio por parte de los alumnos que acuden al colegio con Montse.

Montse cuenta en el colegio en el que recibe las clases de segundo de Primaria con un profesor de apoyo y un servicio al que acude ella sola. La niña asistió por primera vez a su nuevo centro el pasado lunes después de que el curso anterior permaneciera en su domicilio para recibir las enseñanzas por parte de una maestra.

Discriminación

El hecho de que Montse vomitara el pasado martes en el aula provocó la reacción de rechazo de algunos padres a la presencia de la pequeña ante el temor de que pueda contagiar el virus que padece a sus hijos.

Por otra parte, también las aulas del colegio público de EGB de O Foxo, en A Estrada (Pontevedra), estuvieron ayer vacías por cuarto día consecutivo. Desde el pasado lunes, ni siquiera Alejandro Iglesias, el pequeño de cuatro años, del que se sospecha padece sida, acude a clase ya que su familia desea evitar el acoso de los medios de comunicación.

La asamblea de padres de alumnos del colegio acordó a última hora del miércoles no enviar a sus hijos a clase por la presencia en Preescolar del pequeño que padece hepatitis del tipo B, y sospechan que también padece sida. Los padres consideran que las autoridades sanitarias y educativas no les han ofrecido suficientes garantías de que la convivencia con el niño supuestamente infectado no entrañe riesgo de contagio para sus hijos.

El conflicto del colegio de O Foxo parecía aparentemente resuelto tras una entrevista que mantuvieron el martes representantes de la Asociación de Padres de Alumnos (APA) con el consejero de Educación de la Xunta, Juan Piñeiro, y responsables del Servicio Gallego de Salud (Sergas). Las autoridades explicaron a los padres que no existe riesgo de contagio para sus hijos.

La Xunta se comprometió a organizar charlas explicativas sobre el sida entre los alumnos del colegio y sus padres aunque no aceptó la solicitud de éstos de poner al pequeño Alejandro bajo el cuidado de un profesor especial. La oferta de la Administración gallega fue rechaza(la en una asamblea que los padres celebraron el miércoles por la noche. La APA, según explicó ayer su secretaria, Esther Nogueira, continuará reivindicando un profesor de apoyo para el niño supuestamente infectado. Los padres han convocado para hoy una reunión en la que exigen la presencia de representantes de las consejerías de Educación y Sanidad y del médico que atiende habitualmente a Alejandro Iglesias para que explique cuál es su estado de salud.