La oposición acusa a González de no reconocer que su actual política económica es un fracaso
Los partidos políticos de la oposición reprocharon ayer al presidente del Gobierno, Felipe González, su intento de justificar los males de la economía española con las turbulencias financieras internacionales. A pesar de que todos defienden la Unión Europea, los grupos parlamentarios, salvo el socialista, piden un cambio de la política económica española, porque la actual la consideran un fracaso. El PSOE incorporó el mensaje transmitido anteanoche por González en TVE, y algunos de sus líderes aseguraron que España mantendrá su compromiso con el Tratado de Maastricht, aunque se mostraron abiertos a "la flexibilización". IU y el CDS pidieron que el presidente comparezca en el Congreso.
La intervención anteanoche de Felipe González en TVE señalando que la política económica del Gobierno no va a variar dado que se mantienen "los mismos objetivos" así como el compromiso, de España con el Tratado de Maastricht, fue recibida ayer por los grupos de oposición con actitudes más que tibias. El más duro fue el presidente del Partido Popular, José María Aznar, quien prefirió centrarse en un discurso doméstico, apegado a las preocupaciones ciudadanas."Me dio la sensación de que aquí nadie tiene responsabilidades y lo que está ocurriendo en Europa parece que es debido a que unas economías son fuertes y otras débiles", dijo Aznar.
"Después de 10 años de Gobierno del señor González, nuestra economía es más débil y, nada competitiva, y la realidad nos pone a cada uno en nuestro sitio, sobre todo cuando se hacen políticas irreales". Aznar dijo que González tapa los problemas de España con el argumento de que hay "una especie de fantasmagórica conjuración judeomasónica, que ahora se llama especuladores".
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, comentó ayer en Barcelona que no sabía a qué se refería el presidente del Gobierno cuando declaró que continuaría la misma política económica, a pesar de la recesión y la devaluación de la peseta, informa Servimedia. El presidente catalán reiteró la necesidad de aplicar el Tratado de Maastricht, aunque añadió que debería "modularse su contenido".
Por el contrario, el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, y el presidente del Grupo Socialista, Eduardo Martín Toval, asumieron lo dicho por Felipe González en el sentido de que España va a defender los contenidos del Tratado de Maastricht aunque pueda haber "una flexibilización en su aplicación". Según Martín Toval, España va a defender el contenido del tratado porque existe el riesgo de que en una "relectura" se pierdan aspectos de carácter social y compromisos de solidaridad que perjudicarían notablemente a este país.
Alfonso Guerra, por su parte, reiteró buena parte de las declaraciones que había efectuado el pasado martes en la reunión del grupo parlamentario socialista y señaló que lo importante es el objetivo, es decir, la Unión Europea. Añadió que le preocupa la actitud de Estados Unidos y Alemania en la medida "que pueden poner dificultades".
"Me interesa más reafirmar el objetivo de ir hacia la Unión Europea que los pasos a seguir, y ahora vemos que quienes sacralizaron acuerdos parciales ahora señalan que no son tan importantes", subrayó el vicesecretario general del PSOE.
Interpretar el texto
Con estas palabras, Guerra pareció aludir a la rigidez imperiosa de las condiciones del plan de convergencia para acceder a la moneda única, cuando ahora el propio ministro de Economía habla de alargar y suavizar condiciones y plazos. Carlos Solchaga, acosado por los periodistas en los pasillos del Congreso, eludió la polémica. "Eso es chismorreo" fue lo único que dijo.Felipe González aseguré en televisión que "pese a la tormenta monetaria no van a cambiar los objetivos" de la política del Gobierno. González criticó a quienes plantean la reinterpretación de Maastricht. "No se puede reinterpretar algo que no se ha aplicado aún, pero sí se puede interpretar su aplicación".
Izquierda Unida y el CDS presentaron ayer en el registro del Congreso una petición de comparecencia del presidente del Gobierno antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CE del próximo 16 de octubre en el Reino Unido.
Alfonso Guerra repitió que el asunto de la sucesión de Felipe González "está despejado y no hay que hurgar en una herida que no existe". Asimismo, afirmó que la cuestión de la sucesión sólo la alentaban "algunos que se quieren colocar". También negó que el martes hubiera criticado al ministro de Economía e igualmente rechazó que hubiera dado cifras de los posibles escaños que el PSOE pudiera perder.
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