La pobreza del homenaje ofrecido a John Cassavetes provoca una agria polémica
Las películas seleccionadas para la competición siguen sin dar la talla
La gran actriz Gena Rowlands, viuda de John Cassavetes (cineasta eminente y pionero de la generación underground neoyorquina desde finales de los años cincuenta), asistió ayer al homenaje que la organización del festival donostiarra ofrece a la memoria de su marido muerto hace más de dos años en la plenitud de su carrera. La pobreza de este homenaje provocó también ayer una agria polémica entre algunos periodistas y responsables de la programación. Lauren Bacall llegó ayer, aunque no quiso hablar con la prensa. Las películas en competición siguen sin dar la talla y las discusiones derivan también hacia este hecho.
Destapó la caja de los truenos el periodista Carlos Fernández Heredero, crítico cinematográfico de Diario 16, en un artículo publicado no en este periódico si no en el donostiarra Diario Vasco. En su artículo, Fernández Heredero -autor de un excelente libro sobre John Cassavetes publicado en 1984, lo que le convierte en un meticuloso conocedor de la figura y la obra del cineasta estadounidense- disintió sobre la forma en que se ha abordado aquí la filmografía de Cassavetes y la ausencia de un análisis serio sobre ella.A esta disidencia respondió ayer en la edición diaria de la revista Moving Pictures, que cumple funciones de publicación oficiosa del festival, el delegado general de este, Rudi Barnet, en términos que en dos ocasiones se escapan de la legitimidad de las ideas y las opiniones y adoptan la terminología del ataque ad hominem. Las críticas del periodista se refieren ("incompetente, indignante, amputada, esquelética, mutilada...", la califica) a la maternalidad de dicho homenaje, mientras que la respuesta oficial parece inclinarse a refutar la diarrea verbal de la persona disconforme. Otros comentarios de la prensa vasca han terciado en la polémica y uno de ellos, en Deia, ha llegado a sugerir con dureza que se produzcan ceses fulminantes en la cúpula de la organización en el mismo momento que esta edición del festival finalice.
Tormenta prefabricada
Este comentarista no ha tenido ocasión de asistir a las proyecciones de la filmografía del cineasta homenajeado, por lo que nada puede decir acerca del estado de las copias de sus películas. Pero sí ha leído un ejemplar del dossier escrito sobre la vida y la obra del cineasta y, con perplejidad, su lectura no duró más allá de 10 minutos. No hay el menor análisis de su obra, sino una colección de fotografías comentadas de manera epidérmica. La parte escrita del homenaje a Cassavetes es por ello muy pobre, meramente simbólica y para salir del paso.
Esta tormenta en un vaso de agua parece prefabricada para desviar la atención de los comentarios de los periódicos de lo que realmente importa, que es la calidad de las películas seleccionadas para el concurso, que sigue dando vaivenes diarios hacia la baja. En efecto, la película rusa Moscú Parade, dirigida por Ivan Dikovichni, es un sorprendente galimatías en el que es materialmente imposible orientarse. Suponemos que quiere contamos los vicios y horrores de la vida cotidiana de miembros y familiares de la policía política de Stalin en 1938. Y lo suponemos porque no hay manera de saber a ciencia cierta qué ocurre en la pantalla. La imprecisión del relato roza la impresentable, lo que de nuevo nos fuerza a preguntarnos cómo demonios se ha seleccionado para concursar un a película tan evidentemente torpe.
Y tras el error la coartada. Siguió al galimatías ruso una película polaca, que no es nada del otro mundo pero que al menos se entiende bien. Se titula Falsa salida, la dirige (de manera un poco plana, dando a la imagen menor entidad que la que contiene el relato) Waldemar Krysztek y la interpreta la actriz (una de las veteranas y favoritas de Andrej Wajda) Krystina Janda, que logra, como de costumbre en ella, una composición memorable, que le convierte en candidata -Junto a las argentinas Leonor Benedetto y Cecilia Roth, protagonistas femeninas del filme de Aristarain Un lugar en el mundo- al premio a la mejor actriz.
El citado filme argentino sigue siendo hasta ahora la única obra de gran envergadura de cuantas hemos visto aquí. Pero que se merezca la Concha de Oro es una cosa y que la obtenga otra. Algunos rumores -probablemente interesados- adelantan que la cosa puede ir por otro lado y que la jornada final de esta floja edición del festival vasco puede resultar controvertida y divertida.
Babelia
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