El presidente de Bosnia ofrece a la Asamblea de la ONU una paz basada en una Estado multiétnico

Alia Izetbegovic, presidente musulmán de Bosnia-Herzegovina, intervino ayer ante la Asamblea General de la ONU y propuso una oferta de paz basada en la constitución de un Estado democrático, multiétnico y multirrefigioso. Milan Panic, el primer ministro serbio, tenia previsto entrevistarse anoche con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad para evitar la expulsión de la nueva Yugoslavia (Serbia y Montenegro) del seno de la Asamblea de las Naciones Unidas. En Ginebra, la delegación de Bosnia en las conversaciones de paz proponía una reunión directa con Panic. Mientras en Mostar, siete guerrilleros muyaidines (milicianos islámicos) morían bajo fuego de la artillería serbia.

"Propongo una comisión constitucional para Bosnia-Herzegovina que incluya representación de las diversas etnias y religiones que trabaje en la elaboración de un acuerdo constitucional que proteja los derechos de todos los ciudadanos", dijo Izetbegovic ante la asamblea, contraponiendo su oferta a la de Belgrado y "sus secuaces en Bosnia" que persiguen la cantonalización del Estado, y que Izetbegovic denunció como basada en la limpieza étnica".El presidente de Bosnia pidió el estricto cumplimiento de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad contra Serbia, y la aplicación rigurosa de los acuerdos pactados en la Conferencia de Londres.

Mientras Izetbegovic hablaba ante la Asamblea General, Milan Panic intentaba convencer a los miembros permanenetes del Consejo de Seguridad para que le permitan dirigirse al foro internacional el próximo jueves. La exclusión de la República Federativa de Yugoslavia de la asamblea debe votarse hoy. Si es aprobada, Panic no tendrá la posibilidad de intervenir el jueves.

En Ginebra, donde continuan las reuniones de la conferencia de paz para Yugoslavia, Haris Silajdzic, ministro de Exteriores de Bosnia, ofreció una entrevista directa al primer ministro serbio, y formuló una oferta paralela a la de su presidente ante la ONU. La propuesta incluye la creación de unidades autónomas, pero todas ellas constitutivas de un sólo estado.

Sobre el terreno, un grupo de doce muyaidines (milicianos islámicos), de diverso origen, fue sorprendido ayer por fuego de artillería serbio en la localidad de Mostar, en Herzegovina, cuando intentaban infiltrarse en la zona de la república bajo control musulmán. Siete de ellos murieron, según declaró a Reuter Hakan Uzun, de origen kurdo, quien añadió que dos enfermeras musulmanas, una de ellas británica, formaban parte del comando.

La despensa de Sarajevo, entretanto, está vacía. La alimentación de 380.000 personas, atrapadas en la ciudad tras cinco meses de asedio de las milicias serbias, depende ahora más que nunca de la reanudación de los vuelos, aseguran fuentes de las Naciones Unidas en la capital de Bosnia-Herzegovina. La ONU espera poder realizar hoy un vuelo de prueba entre Zagreb y Sarajevo y reabrir a la ayuda humanitaria, el aeropuerto que se halla cerrado desde el 3 de septiembre.

Peter Kessler, portavoz de la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se mostró ayer optimista sobre esta posibilidad. Kessler declaró que el puente aéreo se reiniciará cuando reciba la autorización desde Ginebra, hecho que depende a su vez de las tres partes -serbios, croatas y musulmanes-, que deben confirmar, antes del jueves, las garantías de seguridad necesarias para el paso de los convoyes, informa J. A. Ortega desde Ginebra.

La tensión en el contingente de cascos azules en la ex Yugoslavia se ha extendido a Croacia, donde cinco soldados franceses fueron heridos el domingo al explosionar una mina. El incidente se produjo en una operación de limpieza de minas cerca de Zadar, en la costa adriática donde Francia tiene 2.700 soldados bajo bandera de la ONU.