Italia no volverá el martes al SME y el Reino unido aplaza la decisión indefiniidamente

PERU EGURBIDE, Roma

La libra esterlina y la lira seguirán fuera del Sistema Monetario Europeo a pesar del resultado positivo, aunque por un estrechísimo margen, del referéndum francés al Tratado de Maastricht. Reino Unido ha impuesto tres difíciles condiciones para su vuelta, mientras que Italia, que se comprometió inicialmente a retornar el martes, ha optado ahora por una más prudente actitud de esperar y ver.

El ministro de Finanzas británico, Norman Lamont, que ejerce de presidente del Ecofin, aseguró anoche en un comunicado tras conocer los primeros resultados del referéndum, que habían "dejado muy claro" a sus colegas comunitarios "que tienen que replantearse muchas cosas antes de que la libra esterlina se vuelva a integrar en el mecanismo de cambio del SME".

Lamont fijó ya por la mañana tres condiciones para que la libra esterlina vuelva al mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo (SME). "Es necesario que concluyan las turbulencias de los mercados de cambio en Europa, que Alemania se muestre más sincronizada con Reino Unido en las políticas económicas y que haya cooperación para introducir reformas en el funcionamiento del mecanismo de cambio del SME", dijo Lamont.

Su homólogo italiano, Piero Barucci, tampoco considera suficiente el sí francés para cumplir su compromiso inicial de volver al SME el martes, aunque aseguró que quieren que ello ocurra "lo antes posible". El ministro italiano dijo que este cambio de actitud obedece a la decisión alemana de no tocar sus tipos de interés.

Lamont y Barucci hicieron estas declaraciones tras la reunión de urgencia que mantuvieron ayer en Washington los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de la Comunidad Europea (CE). Tras dos horas de reunión, emitieron un breve comunicado en el que enviaban un mensaje de tranquilidad a los mercados tras el sí frances al Tratado de Maastricht. A su juicio, "el resultado aliviará las tensiones de los mercados de cambio". El ministro español, Carlos Solchaga, declaró tras la reunión que se felicitaba por el resultado francés y que "no hay razones para reconsiderar los contenidos de Maastricht".

Duarnte más de dos horas, el edificio del Fondo Monetario Internacional (FM1) era un auténtico hervidero de rumores, ante el retraso de una opinión conjunta de los ministros comunitarios sobre el sí francés. La teoría de un nuevo reajuste en las paridades del Sistema Monetario Europeo se alimentaba tras unas supuestas declaraciones del presidente del Bundesbank, Helmut Schlessinger, en las que insistía en volver a reajustar el SME, amparándose en el "off the record".

Estabilidad y prosperidad

Todas las especulaciones se rompieron en mil pedazos cuando las distintas delegaciones difundía el comunicado conjunto del Ecofin. "Los ministros y los gobernadores", dice la nota, "se felicitan del resultado del referéndum francés. También expresan su punto de vista de que el resultado aliviará las tensiones en los mercados de cambios y reiteran su compromiso al Sistema Monetario Europeo como factor esencial para la estabilidad económica y la prosperidad en Europa". En escueto comunicado que intentaba traer tranquilidad se difundió apenas media hora antes de que abriera los mercados japoneses.

El ministro español, Carlos Solchaga, declaraba tras la reunión que "la victoria del sí, aunque no sea muy amplia, es más que suficiente en democracia. Yo creo que esto va a tener dos efectos. Primero ir despejando incógnitas sobre el proceso de ratificación de Maástricht y establecer nuevos bloques de construcción del proceso de integración económica y monetaria en Europa. Y, en segundo lugar, tengo la confianza de que esto va a representar la vuelta de la calma a los mercados financieros desde estos momentos".

Solchaga añadió que no se habían tomado medidas extraordinarias para asegurar esa calma y negó que se hubiera planteado un reajuste de paridades en la reunión. "Ya en estos momentos", precisó, "se ha vuelto a la calma y se está registrando una caída del dólar y una apreciación de la peseta y de otras monedas que estaban bajo sospecha".

Respecto a la convocatoria de una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y Gobierno de la CE y la posibilidad de replantearse algunos aspectos del Tratado de Maastricht, el ministro indicó que "habrá que esperar a conocer la agenda de los temas que tratarán los jefes de Estado. De momento, no hay razón alguna para pensar en principio que tuviera que reconsiderarse ningún contenido de Maastricht".

El resto de los ministros europeos se mostraron prudentes en su declaraciones, aunque muchos de ellos se mostraron preocupados por el escaso margen de la victoria del sí en el referéndum francés. El representante alemán, Theo Waigel, consideró el resultado "positivo pero estrecho" y se mostró contrario a que triunfe la teoría de una Europa de la dos velocidades. Insistió, por último en que los países deben cumplir las condiciones sobre convergencia económica fijadas en el Tratado.

Quizá el más pesimista fue el ministro holandés, Wim Kok, que planteó la necesidad de reconsiderar algunos aspectos del Tratado de Maastricht, después del no danés y y de que "casi la mitad de la población francesa ha votado en contra".

Una vez concluida la reunión del Comité Interrino, los miembors del comité interino del FMI, encabezados por Carlos Solchaga, se entrevistaron a última hora de la tarde con el presidente de Estados Unidos, George Bush, que les había invitado el día anterior tras la reunión del G-7. Bush destacó en su discurso que "hay que combinar la estabilidad de los mercados y la contención de la inflación con un mayor crecimiento económico".

El presidente estadounidense hizo un nuevo llamamiento a la cooperación y la coordinación de las políticas económicas y reafirmó su apoyo a "la integración europea que abre mercados y hace posible que Europa sea nuestro socio en el gran reto que tenemos en esta nueva era".