Tensiones en los mercados de cambio

España mantendrá el tipo de interés y el cambio frente a todas las monedas del SME, excepto la lira, según se han apresurado a afirmar el ministro de Economía y Hacienda español, Carlos Solchaga, y el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez. El ministro, que se encontraba en la isla de SyIt junto con el presidente del Gobierno, Felipe González, explicó que ni los tipos ni las paridades se podían mover "porque nuestra tasa de inflación es mucho más alta que la alemana y porque no hay razones internas para reducir los tipos de interés".Solchaga añadió que espera que las medidas adoptadas "ayuden positivamente al resultado del referéndum francés sobre Maastricht porque la sensación de inestabilidad monetaria y cambiaria produce incertidumbre y críticas al funcionamiento de las instituciones comunitarias". Por otra parte, el ministro español afirmó que España no va a pedir un nuevo reajuste del SME al considerar que las medidas tomadas son suficientes.

Margen de fluctuación

Pedro Pérez, que junto con el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, ha estado inmerso en las negociaciones sobre el reajuste, destacó la importancia que tiene la modificación de los tipos de interés en Alemania "tanto o más que el realineamiento de la lira". Para el secretario de Estado de Economía, Alemania ha mostrado un evidente espíritu de cooperación, al mismo tiempo que desvelaba que ningún otro país había planteado que el reajuste afectara a otra moneda, en referencia directa a la peseta.

Pérez, tras referirse a la repercusión que tendrá la bajada de tipos de interés alemán en los mercados, reconoció que todo dependerá de la reducción de tipos que acuerde el Bundesbank en la reunión que mantendrá hoy mismo y para lo que ha convocado consejo extraordinario.

La peseta está situada en la banda ancha del SME -permite una fluctuación de 6,18% por arriba y por abajo sobre el tipo central fijado- y tiene que pasar a la estrecha -cuya fluctuación es del 2,25%- antes del 1 de enero de 1994 para cumplir las medidas de convergencia decididas en Maastricht, tres años antes de la fecha fijada para la unificación monetaria.

Hoy mismo, con los efectos de la devaluación de la lira italiana y el reajuste del sistema monetario en pleno auge, se conocerá el índice de precios al consumo (IPC) del mes de agosto. Según todos los indicios, el dato será negativo, lo que empeora las esperanzas de mejorar sustancialmente la inflación tras el optimista dato aparecido en julio (-0,1 %). Fuentes del Ministerio de Economía han manifestado que en la inflación de agosto ha tenido reflejo por primera vez la aplicación del aumento del IVA.