Tensiones en los mercados de cambio

La lira no pudo aguantar hasta el referéndum francés sobre Maastricht. Las tensiones existentes dentro del Sistema Monetario Europeo (SME) forzaron ayer un reajuste, en el que la lira se devaluaba inicialmente un 3,5% frente al resto de las monedas, que a su vez decidían revaluarse otro 3,5%. El resultado final fue una caída del 7% de la moneda italiana frente a las nueve divisas restantes del sistema (marco alemán, franco belga, corona danesa, franco francés, libra esterlina, libra irlandesa, florín holandés, escudo portugués y peseta). Las nuevas paridades entrarán en vigor cuando se abran los mercados esta mañana.La decisión se había venido fraguando desde mediados de la semana pasada. A medida que el Gobierno italiano mostraba su impotencia para mantener la lira y los bancos centrales de Alemania y Bélgica tenían que salir en su defensa, las autoridades de Bonn y Roma empezaron a encontrar inevitable la decisión de devaluar la lira. Y así fue. Después de diversos contactos telefónicos durante todo el día del sábado, los Gobiernos alemán e italiano decidieron proponer al Comité Monetario de la Comunidad Europea un reajuste de sus monedas.

La propuesta llegó por teléfono a todas las capitales europeas el sábado a las 22.00 y consistía en devaluar la lira un 3,5% y revaluar el marco otro tanto. El resto de las monedas debían decidir dónde se situaban y después de innumerables consultas, todas ellas optaron por alinearse con Alemania, por lo que la moneda italiana caía un 7% frente a las otras nueve del SME.

Por parte española, la responsabilidad recayó sobre el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez y el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, que se mantuvieron en estrecho contacto con el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, que acompañaba al presidente del Gobierno Felipe González en la cumbre hispano-alemana. Era precisamente la peseta, junto a la libra esterlina, las otras dos monedas del sistema que podrían verse afectadas negativamente por la devaluación italiana. De hecho, un informe interno del Bundesbank difundido a mediados de la semana pasada recomendaba una devaluación conjunta de las tres monedas. A pesar de todo, España y Reino Unido optaron por alinearse con el marco y el resto de las divisas del SME. La noticia se hizo pública en la tarde de ayer -todas las devaluaciones se hacen en domingo para evitar las especulaciones-, mediante un comunicado que decía: "A petición de las autoridades alemanas e italianas, los ministros de Economía y Hacienda y los gobernadores de los bancos centrales europeos miembros de la Comunidad Europea, tras un procedimiento de consultas en el que han participado la Comisión y el Comité Monetario, han decidido fijar nuevos tipos de cambios centrales en el Sistema Monetario Europeo". Esos nuevos tipos no afectan más que a la lira fuente a las nueve monedas restantes, aunque las diez se mueven frente a la unidad de cuenta europea (ECU).

El comunicado intenta también tranquilizar a los mercados ante la medida adoptada al afirmar que "esta decisión contribuirá sustancialmente al funcionamiento adecuado del SME". Y añade en la misma línea de cautela que el Bundesbank se reunirá esta mañana a las 9.00 horas con el propósito de acompañar este reajuste con una reducción de sus tipos oficiales y que los bancos centrales de los doce -estarán atentos a la evolución de los mercados esta mañana.

También señala la nota, como lanzando un mensaje a los países comunitarios con mayores problemas de convergencia económica, que "el Gobierno italiano reconoce que unas finanzas públicas saneadas son fundamentales para la estabilidad de los tipos de cambios, los bajos tipos de interés y los precios estables, por lo que es perfectamente consciente de la importancia que tiene una aplicación completa y rápida del Programa de Convergencia".