El palacio de los contrastes

El Palacio de Comunicaciones de Madrid es, actualmente, un edificio marcado por contrastes inexplicables. Exteriormente y en su vestíbulo central está recién restaurado. El resto parece de otro siglo. La dirección de Correos y fuentes del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones así lo reconocen sin pudor.Los responsables señalan que los traslados iniciados ayer se enmarcan en un plan de remodelación de estafetas que afectará en España a 10.000 oficinas.

Mientras tanto, el inmueble ha empezado a ser modernizado por sus plantas más altas y nobles: la cuarta y la quinta, que están transformadas o en obras. El desorden general y las paredes desconchadas y sucias se convierte, a unos metros de distancia, en suelos de parquet y despachos relucientes. En el medio, una barbería y varios funcionarios esperando para ser afeitados. El Ministerio y la dirección de Correos adelantan su deseo de aglutinar en Cibeles todas las empresas y departamentos de la Secretaría General de Comunicaciones: Dirección General de Telecomunicaciones, Hispasat y Retevisión.

Correos, en cualquier caso, conservará alguna sala para celebrar actos representativos. Sobre la remodelación del despacho del ministro no se entra en polémicas.

La zona del edificio donde se encuentra este despacho estaba ayer levantada y en alguna parte precintada. Esto sucede en otras alas del edificio. Las obras de mejora se aprecian todavía de forma incipiente. El suelo de mármol ya está instalado y en los marcos de las puertas se están colocando molduras ornamentales de escayola. Los aparatos de aire acondicionado y los cristales especiales se almacenan por las escaleras.