Vacaciones de emergencia

El martes a las seis de la mañana, María emprendió el viaje más largo que jamás había hecho. Abandonó Slavonski Brod, la única ciudad croata afectada por la guerra de Bosnia-Herzegovina, para pasar un -mes de vacaciones en una casa-colonia en Estepona (Málaga) con otros 500 niños andaluces.El autobús tardó 14 horas en llevar a esta niña croata de 12 años y a otros 94 chavales desde su bombardeada ciudad hasta Viena. La ruta fue más larga de lo habitual y se mantuvo en secreto para evitar ataques de francotiradores. A las ocho de la tarde tomaron un avión a Madrid, donde llegaron a las dos de la madrugada de ayer. Después de 20 horas de viaje, a María aún le quedaban fuerzas para contar que no tuvo miedo durante su primer vuelo.

En una sala del aeropuerto de Madrid, los 95 pequeños croatas de entre 8 y 14 años sonríen al enjambre de fotógrafos que les deslumbran con sus fogonazos y contestan con desgana a las preguntas de los periodistas. María tiene la mirada lánguida, pero es firme en sus respuestas. De la guerra dice: "No quiero hablar de ella. Me pongo triste". Y de España: "Quiero bañarme en la playa.".

Esta es la segunda operación humanitaria organizada por la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores y por el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL), que trae niños de la antigua Yugoslavia para pasar un mes de vacaciones en España. Pero en este caso ha sido una operación de urgencia.

El alcalde de Slavonski Brod, Jozo Meter, y los propios padres de los niños lanzaron un llamamiento de emergencia a los organizadores del anterior contingente infantil que viajó a España para que libraran del horror a un centenar de niños durante un mes, en vista de que en las últimas semanas habían muerto 10 niños por los ataques serbios a esta ciudad, muy cercana a la frontera de Bosnia.

Todosen Slavonski Brod tienen la esperanza puesta en que la conferencia de paz de Londres, que se inicia el día 26, traiga la paz. Aunque aquel foro fracase, los niños volverán dentro de 30 días, ya que viajan con pasaporte colectivo de la Cruz Roja y con el billete cerrado.

Los organizadores del viaje están conmovidos por las muestras de, solidaridad recibida por los españoles a través de 3.000 llamadas de personas que ofrecían sus casas. Muchos estaban interesados en adoptar niños. Sin embargo, los promotores insisten machaconamente en que ésto último no es posible. Esta operación humanitaria sigue las pautas trazadas por la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cuyos expertos aseguran que el trauma que padecen los niños por una separación larga de su familia es mayor que el que provoca la guerra.

Los niños de la colonia de Estepona recibieron con un aplauso la noticia de que iban a compartir las vacaciones y también los dormitorios de 40 camas con los chavales croatas. El director de la colonia La Sabinilla, Jerónimo Cabeza, declaró que un gabinete de psicólogos y pedagogos, además de los cinco intérpretes que acompañan al grupo, velarán por el bienestar de los niños. "Todo está preparado. Hasta nos hemos enterado de sus gustos alimenticios: no les gusta nuestro pescado ni el vinagre. La carne, sí".