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350.000 niños somalíes han muerto ya por el hambre y la guerra

J. A. ORTEGA / AGENCIAS, Al menos 350.000 niños somalíes- la cuarta parte de toda la población menor de cinco años- han muerto víctimas de la hambruna y de la guerra civil que está devastando al país, según informó ayer en Washington Peter Davies, directivo de Interacción, una coalición de 135 organizaciones de ayuda humanitaria que trabajan,en Somalia.

La Oficina de Coordinación de Asistencia Humanitaria de la ONU, con sede en Ginebra, ha confirmado la inminencia de la llegada de los primeros 500 cascos azules a Mogadiscio, capital de Somalia, para proteger el desembarco y traslado de los convoyes de asistencia humanitaria a la población civil. Un avión francés partió ayer con destino al carilpo de refugiados de Baidoa cargado con 20 toneladas de ayuda humanitaria, pero el puente aéreo previsto para trasladar 145.000 toneladas de víveres aportadas por EE UU en un despliegue aéreo con 11 aviones de transporte ha sido aplazado un día.

Conflicto tribal

Más de dos millones de personas están afectadas por las consecuencias del conflicto tribal que padece Somalia y por. la insuficiente asistencia humanitaria, que es robada sistemáticamente por las bandas armadas. La Oficina de Coordinación de la ONU ha concluido acuerdos previos con las dos facciones principales que luchan por el control del poder en Mogadiscio, en donde desde marzo se cifran en más de 25.000 los muertos en los combates que enfrentan a los hombres del general Mohamed Fará, Aidid, y a los miembros del Movimiento Patriótico Somalí del general Initiaz Shahine.

Somalia será dividida en cuatro regiones y las negociaciones se mantienen con los respectivos claries para permitir la distribución de la.asistencia. Al margen de estos acuerdos, las bandasiarmadas recorren el país en busca de alimentos, que son robados de los depósitos o sustraídos a la misma población de forma indiscriminada, sin tener en cuenta ni la etnia ni el clan.

Desde el cese del fuego de marzo, los organismos internacioriales que intentan ayudar a la población acosada por la guerra y la sequía han tenido que recurrir a las propias bandas armadas para proteger los depósitos de víveres y los convoyes que suministran alimentos a más de un millón y medio de personas.

"Nunca habíamos visto algo semejante", comentan los responsables del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que por primera vez en su historia recurre a estos sistemas de protección. El CICR confirma haber abierto 500 cocinas comunitarias, que aportan una comida caliente diaria a unas 600.000 personas, mientras prosigue la distribución de paquetes alimenticios a más de un millón. Un millón de personas, según la Cruz Roja, se limita a esperar la muerte, mientras que más de millón y medio se encuentra en una situación. crítica de supervivencia.

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