El autotrasplante de médula ósea y la quimioterapia, eficaces en un 25% de cánceres de mama avanzados

El autotrasplante de médula ósea combinado con quimioterapia intensiva, tratamiento que ya se efectúa en España, se ha mostrado efectivo para curar hasta un 25% de los cánceres de mama con varias metástasis, según han confirmado dos estudios realizados en EE UU. Este estadio avanzado de la enfermedad resulta hasta ahora mortal para sus afectadas. El último avance en este aspecto es el autotrasplante de células progenitoras periféricas, con mayor poder de generar defensas que la propia médula ósea.Así lo expuso ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander, Eduardo Díaz Rubio, jefe del servicio de oncología del hospital Clínico de Madrid. Este sistema, "en etapa experimental pero muy prometedor", ayuda a la paciente a tolerar la agresividad de los tratamientos con quimioterapia, que en última instancia son los verdaderos responsables de destruir las células tumorales. La médula se extrae a la paciente antes de someterla a quimioterapia y se le vuelve a trasplantar una vez iniciado el tratamiento.

Según Díaz Rubio, toda mujer tiene riesgo de padecer un cáncer de mama a partir de los 45 o 50 años. De ahí que destacara la importancia de un diagnóstico precoz del tumor, que mediante los métodos actuales de cirugía, radioterapia y quimioterapia permiten altos índices de supervivencia, hasta el 75%.

El perfil de las afectadas en España es el de una mujer casada con hijos, en torno a los 50 años y con antecedentes familiares de esta enfermedad. "En nuestro país no está clara la relación con la dieta, factor importantísimo en EE UU", dijo el oncólogo. "Las comidas ricas en grasas y pobres en fibras son dietas cancerígenas", subrayó.

"La única posibilidad de prevención actualmente está en cumplir las reglas generales de una vida sana", dijo Díaz Rubio, quien se mostró también muy optimista sobre los estudios que se realizan actualmente en EE UU con el tamoxifén, compuesto que bloquea los receptores de estrógenos de las células tumorales impidiendo que se desarrollen. Los ensayos se llevan a cabo en mujeres mayores de 60 años, con antecedentes familiares o que padecen mastopatías fibroquísticas de muy alto riesgo.