La satisfactoria misión de la ONU en Irak aleja temporalmente un eventual ataque de EE UU
El equipo de expertos de la ONU encargado de inspeccionar los arsenales iraquíes culminó ayer sus trabajos con la atención internacional sobre sus espaldas. Según había publicado el diario estadounidense The New York Times, un eventual fracaso de la misión constituía el argumento perfecto con el que el presidente George Bush justificaría una intervención militar en Irak, en forma de ataque aéreo. La misión, sin embargo, tuvo un final tranquilo. "Hemos completado nuestros trabajos fácilmente", dijo el jefe de la misión, el ruso Nikita Smidovich, que no quiso concretar los lugares inspeccionados. Desmarcándose de los supuestos planes bélicos de Bush, añadió: "Nunca hemos buscado un enfrentamiento con Irak".Quien sí ha dado alguna explicación más ha sido Tim Trevan, portavoz de la comisión especial de la ONU encargada de vigilar el desmantelamiento del armamento iraquí de destrucción masiva. La misión, ha dicho Trevan, ha encontrado importante información sobre los programas de misiles balísticos y ha inspeccionado todos los lugares acordados previamente con Bagdad. Entre ellos no figuraba ningún ministerio.Los expertos salieron en la mañana de ayer de su hotel en Bagdad en vehículos escoltados por más de una docena de policías iraquíes. La última jornada de inspección del armamento de destrucción masiva se vio envuelta en una gran tensión.
Según el diario The New York Times, el equipo debía solicitar la inspección del Ministerio de Industrias Militares: la presumible respuesta negativa del Gobierno de Bagdad, que había declarado días antes que la entrada del equipo en dependencias gubernamentales constituiría una violación de la soberanía nacional, sería la excusa perfecta para justificar el ataque contra Sadam Husein, que ha incumplido las condiciones impuestas por el Consejo Seguridad al término de la guerra del Golfo.
El ruso Nikita Smidovich, que encabeza el grupo de expertos, mantuvo ayer su tradicional discreción. "Nunca hemos buscado el enfrentamiento con Irak", dijo. Preguntado si se sentía presionado por los supuestos planes bélicos de Bush, Smidovich zanjó la cuestión: "Yo no soy quien elige al presidente de Estados Unidos".A su regreso al hotel no fue mucho más explícito: "Ya hemos completado la inspección de nuestros objetivos. Todo ha ido sin problemas". Smidovich no quiso concretar qué, dependencias habían visitado. "Esos son detalles operativos", dijo. El equipo tiene intención de abandonar hoy, martes, Irak, no sin antes entrevistarse con las autoridades del país. La misión, concluyó Smidovich, ha sido muy útil y supondrá una gran ayuda para el trabajo de los futuros inspectores.
Las actividades del equipo de la ONU han sido ignoradas por la prensa iraquí, en contraste con la atención prestada el mes pasado al enfrentamiento entre el Gobierno de Sadam Husein y el anterior grupo de expertos, que tuvo que abandonar el país después de haber intentado, durante tres semanas, entrar en el Ministerio de Agricultura.
"Maniaco de guerra"
Todas las iras se han volcado, en cambio, sobre el presidente Bush, al que los diarios oficiales han regalado toda clase de epítetos: "rnamaco de guerra" o "asesino" eran los más frecuentes. "Tu salvajismo no tiene límites", escribía Al Jumuriyá. "Eres perverso, despreciable y repugnante".
El Gobierno iraquí no ha reaccionado, de momento, a las informaciones de The New York Times. La televisión mostró el domingo a Sadam Husein hablando con sus oficiales y animando a los trabajadores del Ministerio de Industrias Militares. El presidente iranuí se ha desfogado, sin embargo, acuñando insultos contra Bush, ampliamente recogidos en la prensa: "criminal, "blasfemo", "repulsivo" o "escorpión".
Horas después del fin de la misión de los expertos en armamento, otro enviado de las Naciones Unidas, Jan Eliasson, llegó a Bagdad para lograr un acuerdo que permita a los trabajadores de la ONU desarrollar sus tareas humanitarias, interrumpidas el pasado 30 de junio. El primer contacto estaba previsto para última hora de ayer con el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamad Saed al Sahaf.
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