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Ironía y parodia

Juan Cruz

Lorencito Quesada vivía ya como un personaje secundario en El jinete polaco, la novela con la que Antonio Muñoz Molina ganó el premio Planeta y el premiol Nacional de Literatura.Inocente -"me gustan las historias de la gente inocente, perdidas por las circunstancias"-, como aquel Mr. Chance que interpretaba Peter Sellers en el cine, este periodista vocacional de Mágina, la localidad creada por el novelista de úbeda, se enfrenta a la vida con una actitud paródica que le sirve al novelista para construir un fresco irónico de la vida de Madrid vista por un visitante de provincias.

Escritor de periódicos desde muy joven, Antonio Muñoz Molina no había acometido nunca la novela por entregas. "La experiencia me ha interesado mucho, por las obligaciones de espacio a que me ha sometido, y me ha dado también la satisfacción de resucitar a un personaje que fue central en el primer cuento humorístico que escribí y que se publicó por primera vez en la revista El Globo".

El lenguaje de Lorencito Quesada es anticuado y anacrónico. Muñoz Molina no se ríe de el, sino que lo pone en primer plano para montar una parodia cuya base principal no es la burla sino la ironía. Cuando al novelista se le pregunta por el rostro que le pondríamos, por ejemplo en el cine, a su personaje responde así: "A Lorencito Quesada no le veo más cara que la de su modelo real".

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